A pesar de que ni siquiera ha cumplido un mes de haber entrado en vigencia, el nuevo Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) ya cuenta con un gran número de detractores, desde miembros de la sociedad civil hasta expertos en el área financiera.
Y es que cuando todo parecía ir encaminado hacia una mejora de la situación económica del país -especialistas afirmaron que desde finales de 2021 se empezó a notar una desaceleración de la inflación-, el sector recibió un nuevo balde de agua fría: la reforma de esta ley de impuestos, la cual fue oficializada el 28 de marzo.
¿Quiénes son los que deben pagar este impuesto? Según la Gaceta Oficial N° 6.687 Extraordinaria, el impuesto de 3% lo deben cancelar las "personas naturales, jurídicas y entidades económicas sin personalidad jurídica que realicen pagos en moneda distinta a la de curso legal".
Ante la ausencia de múltiples campañas informativas sobre esta medida, aún hay personas que ni siquiera la conocen. Otros, sobre todo los comerciantes, tienen muchísimas dudas y aún el Gobierno no se las ha aclarado. Al menos así lo han denunciado diferentes voceros.
Lo que sí está claro es que el IGTF sólo beneficia al Estado y no al sector comercio, y mucho menos a los consumidores finales. En esta idea coinciden economistas del estado Anzoátegui que fueron consultados por el equipo de El Tiempo.
"Con la creación del nuevo impuesto el Estado lo que busca es, primero, aumentar su nivel de recaudación, ¿Por qué? Porque la parte nominal, el sector empresarial del país, es el sostén de la economía política y financiera del país. Convirtiendo a un gran número de empresas en contribuyentes especiales y al mismo tiempo en promotores de ese ingreso fiscal que necesitan han podido, más o menos, equilibrar sus finanzas. Para el Estado es beneficioso porque le permite aumentar sus ingresos, pero para el ciudadano común no es beneficioso, porque todo impuesto que se cree siempre va recargado al producto final que tú consumas. Si venimos pagando 16% de Impuesto Al Valor Agregado (IVA) y le incluimos un 3% adicional, estamos hablando de 19% dentro de la compra", expresó el presidente del Colegio de Economistas de la entidad, Carlos Rojas.
No obstante, el experto considera que la medida cambiará un poco la dinámica económica y hará que los ciudadanos tengan una actitud proactiva, pues según explicó, ahora muchos tendrán que decidir a diario qué le conviene más: si pagar en dólares o en bolívares.
"La economía es una ciencia social y nosotros como miembro del sector económico y de la comunidad, cada uno toma la decisión de comprar o no en dólares. ¿Qué significa esto? Que psicológicamente cambies tu manera de pensar con respecto a la compra. Esto es un efecto psicológico que en economía vale, nosotros tenemos ahora una actitud más proactiva", acotó.
Rojas añadió que incluso la ley pudiera incidir en los índices inflacionarios del país, siempre y cuando se ejecute de manera adecuada.
"Los impuestos, la educación, la luz, en fin toda esa cantidad de cosas puedes pagarlas en bolívares, porque es mejor negocios para ti. Entonces te da más tranquilidad para cancelar y no caer en usura, ya que muchos están cobrando 3% sin reflejarse en factura. Eso puede servir a largo o mediano plazo, si se maneja el control y las cuentas públicas, para que se vaya controlando la especulación, y con eso se vaya atenuando un poco la inflación. Aunque no lo crean ese es un factor que te puede controlar la inflación, porque tú, como consumidor normal como agente económico, tienes que tomar la decisión final y ves si te conviene o no", apuntó.
El economista Gilberto Román coincide con su colega en el hecho de que este nuevo impuesto sólo trae beneficios para el Gobierno.
"Es una estrategia gubernamental para hacer más dinero, desmontar la demanda del dólar, fomentar y fortalecer el bolívar, pero con una ley que ha actuado con premura, sin consulta y todavía hay muchas dudas, el tema de no haber actualizado la unidad tributaria hace que entonces todo el que tenga una utilidad de 600 bolívares anuales tienen que cobrarle el impuesto. Sin duda que trae ventajas y desventajas. Ventajas para el Gobierno porque le permite generar ingresos al pechar el uso de una moneda extranjera sobre suelo nacional y obviamente es una desventaja para el usuario, porque se le encarecen las transacciones comerciales en divisa, lo aleja de la simplicidad que permite el uso de divisas en las transacciones comerciales ordinarias", resaltó.
El especialista añadió que aun cuando el Estado busca fomentar nuevamente el uso del bolívar, a su juicio, no será una tarea sencilla, pues todavía no hay suficiente efectivo en la calle.
"Este impuesto persigue una estrategia monetaria que es sobrevalorar el bolívar. Al pechar al uso del dólar, hacer costoso el uso de las divisas en el comercio se intenta que la gente busque refugio en la moneda nacional, procurando demandar más bolívares y menos dólares. Al bajar la demanda de dólar, lógicamente se va fortaleciendo nuestro cono monetario en materia de paridad cambiaria. Ahora bien, sabemos que a nivel de efectivo no hay suficientes bolívares para las transacciones comerciales. Por eso la gente sigue prefiriendo tener una moneda dura que le permita realizar las operaciones de comercio diario, y no una moneda débil como el bolívar y, sobre todo, que es muy escasa", manifestó.
Román fue enfático en señalar que el IGTF, así como se está aplicando, es perjudicial para la sociedad. "Obviamente para la sociedad todo impuesto es adverso, pero más aún cuando esto no se traduce en beneficio para la colectividad, porque los impuestos son para producir beneficios. Cuando la gente no ve beneficios, siente que le están robando su dinero", dijo.
Marco Tulio Salazar, vicepresidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en Anzoátegui, estima que este nuevo impuesto producirá un incremento de precio en los productos.
"Esto retrocede todo a nivel económico, no había ninguna necesidad de cambiar las cosas que venían funcionando, pero al Gobierno le encanta eso de introducir medidas que sean perjudiciales para todos. El gobierno quiere dólares ahora, aparte de todos los impuestos", explicó.
Añadió que así como grandes establecimientos ya han anunciado que no recibirán más divisas de manera temporal, muchos otros medianos y pequeños comercios tomarán la misma decisión a fin de no tener trabajo adicional a la hora de cuadrar las cuentas.
"Lo que no quieren (dueños de comercios) es ponerse en ese plan, no quieren ser agentes de retención, no quieren servirle al gobierno, porque la norma te dice que tú al cobrar, te dan 15 días para que le lleves su plata (impuesto son llevados al Seniat) y si no la llevas, eres multado. Entonces por eso ahora prefieren cobrar solo en bolívares y se evitan trabajos adicionales", señaló.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez