Para el historiador Edgardo Mondolfi, el venezolano de hoy pasó de la tolerancia a la resignación. A su juicio, Juan Guaidó es otro capítulo de la melancolía nacional. Se pregunta qué ocurrirá en las entrañas de la Fuerza Armada Nacional (FAN), aunque recomienda no perder las esperanzas “en este país de las sorpresas”.
–64 años después el dilema continúa: se añora o se sigue odiando a Pérez Jiménez. Con el paso del tiempo pareciera que lo primero predomina…
-Sí, por allí anda circulando una legión de extraviados que reivindican la memoria de Pérez Jiménez. Pero hacer de la historia un ejercicio de añoranza no es exclusivamente un hábito venezolano. Allí tienes a los que aún creen posible restaurar la Monarquía en Francia.
–¿Cómo explica que menores de 60 años apoyen aquella dictadura?
–Como he dicho, las añoranzas, por tontas que sean, circulan a sus anchas. Pero tampoco se ha sido muy diligente con la tarea de recuperar la memoria democrática.
–En una entrevista televisada, en los años 70, Rafael Caldera la calificó de “dictablanda”…
–No recuerdo que lo haya dicho; pero si lo dijo, fue porque no llevó palos.
–¿Fue el puntofijismo un mito periodístico?
–Tratándose, como lo fue, de un caso de alta ingeniería política, tuvo más de logro perdurable que de mito.
–¿Reivindicó el puntofijismo a Pérez Jiménez?
–No, lo que lo reivindicó fue que la democracia no promocionara lo que alcanzó a realizar.
–¿Y el chavismo al puntofijismo?
–Por lo menos creo que ahora se está más atento a logros que fueron importantes en el pasado. Logros tangibles, y también intangibles.
–¿Por qué siglo ha llevado al país el socialismo del siglo XXI?
–Es difícil darle una temporalidad.
–¿Qué vive hoy Venezuela?
–Una mezcla de confusión con bodegón.
–¿La época más prometedora de Venezuela?
–No existen épocas bellas ni prometedoras.
–¿Cuándo se torció el camino?
–Se ha torcido muchas veces.
–¿Una referencia mundial de recuperación de un país para el caso venezolano?
–No me atrevo a darte una respuesta.
–¿Ha aprendido el venezolano de su historia reciente?
–Creo que ha empezado a ver algunas cosas.
–¿Semejanzas entre los adecos del 45 y el chavismo?
–El legítimo anhelo incluyente.
–¿Diferencias?
–Los chavistas se “sensualizaron” rápido.
–¿Una reelección presidencial oportuna en la historia?
–Ninguna lo es. Pero, si hubiese que buscarle una excepción a la regla, pensaría en el caso de Franklin Roosevelt durante la II Guerra Mundial.
–¿Escriben la historia los vencedores?
–Creo que muchas veces ocurre lo contrario.
–¿Las más importantes omisiones en los libros de historia que edita el Estado venezolano?
–Son tan gruesas como el hecho de dedicarle apenas un par de páginas al mejor siglo venezolano: el siglo XX.
–¿La traba para recuperar la democracia?
–Las peleas de aldea.
–¿Proseguirán las estatuas de Chávez?
–Pese o no pese decirlo, Chávez siempre formará parte de nuestro imaginario.
–¿Simpatiza Joe Biden con Nicolás Maduro?
–Biden está muy ocupado con Ucrania y la inflación como para pensar en esta comarca.
–¿Huyen los que han emigrado?
–No, buscan futuro. Y tienen todo el derecho a ello.
–¿Ha pensado usted en hacerlo?
–Hasta ahora no he pensado en echar la cédula al mar.
–¿Desaparece un país cuando sus ciudadanos quieren abandonarlo?
–Pues no. Mira el caso de Uruguay.
–¿Hay esperanzas en la FAN?
–Jamás se sabe qué ocurre en sus entrañas.
–¿Y en Juan Guaidó?
–Ese sí es, en cambio, otro capítulo de nuestras melancolías.
–¿Se prolongarán las “negociaciones” entre Gobierno y oposición hasta el “dos mil siempre”?
–Quién sabe. Nunca hay que perder las esperanzas en este país de las sorpresas.
–¿Es el connacional cada vez más tolerante?
–No más tolerante, sino más resignado.
–¿Y el régimen?
–Tolerante por conveniencia, no por convicción.
–¿Fue un ensayo de democracia lo vivido entre 1958 y 1998?
–Pregúntate lo que significaba votar con bastante grado de confianza.
–¿Y los últimos 22 años?
–Sólo si se le ve por el lado redistributivo.
–En fin, pasamos de la Venezuela heroica a…
–La Venezuela del letargo.
De perfil
Edgardo Mondolfi Gudat nació en Caracas el primero de enero de 1964. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela, M.A. en Estudios Internacionales (The American University, WashingtonD.C.) y doctor en Historia, summa cum laude, por la Universidad Católica Andrés Bello. Individuo de Número y actual primer vicedirector de la Academia Nacional de la Historia. Fue «Andrés Bello Visiting Fellow» en el Saint Antony’s College de la Universidad de Oxford, entre 2008 y 2009. Colaborador permanente del diario El Nacional, entre sus títulos más recientes destacan: “El día del atentado. El frustrado magnicidio contra Rómulo Betancourt”; “Diplomacia insurgente. Los primeros contactos de la insurgencia venezolana con el mundo inglés, 1810-1817”; y “La insurrección anhelada. Guerrilla y violencia en la Venezuela de los sesenta”.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa