Los presidentes del Sindicato Venezolano de Maestros en Anzoátegui (Sinvema) y de la delegación Sotillo-Guanta, Maira Marín y José Castellanos, denunciaron este lunes que los 24 trabajadores de la Unidad Educativa Privada (U.E.P) “Henrique Augusto Stolk”, ubicada en la planta de cemento de Pertigalete, tienen 17 meses sin cobrar sueldos y tampoco disfrutan de una serie de beneficios que les otorgaba la empresa años atrás.
Castellanos dijo que los docentes y obreros de la institución dejaron, progresivamente, de contar con los servicios de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), útiles y planes vacacionales para sus hijos, dos utilidades navideñas desde 2020 y las vacaciones.
Detalló que los maestros de allí ejercen una doble labor con la atención exclusiva a los hijos de los trabajadores de la industria cementera de la zona norte de Anzoátegui y parte de Sucre.
Precisó que, además de darles clases a aproximadamente 230 estudiantes desde inicial a primaria, tienen la función de buscarlos en las paradas del autobús escolar asignado por la empresa y dejarlos de regreso para después continuar con el turno de la tarde. Su horario es desde las 6:15 am hasta después de las 2:00 pm.
La presidenta de Sinvema en el estado, Maira Marín, condenó que a pesar de todas esas responsabilidades, al personal no le brinden beneficios acordes a ello y que tampoco le acepten la solicitud de ser pasado a la nómina de la empresa Vencemos. Añadió que el alegato que les dan es que los empleados de la escuela no producen cemento.
En cuanto al servicio de salud, los empleados de la Augusto Stolk tienen la atención limitada a médicos generales, mientras que los trabajadores sí tienen acceso a los especialistas.
Se pudo conocer que al personal de la escuela de Pertigalete le entregan, mensualmente, una bolsa de alimentos que alterna productos secos, proteína animal o higiene personal y que recibe una comida en cada jornada laboral.
Los delegados de Sinvema exigieron a la Corporación Socialista del Cemento reivindicar a estos educadores y obreros, pues aseguraron que con esta situación se pone en riesgo la continuidad del período académico.
Barcelona / Milena Pérez