Lionel Messi, once días después de sufrir una fractura de radio en el brazo derecho, apareció esta mañana en el campo de entrenamiento de la ciudad deportiva de Barcelona, ejercitándose con aparente normalidad y cumpliendo, con celeridad, los plazos previstos para su recuperación.
De acuerdo con el pronóstico de los servicios médicos del club, el crack argentino debía permanecer un mínimo de 10 días con el brazo inmovilizado, pero ese primer informe ya tuvo un adelanto después de verse unas fotografías del jugador sin el brazo en cabestrillo.
Este miércoles corrió con soltura y tocó balón en el campo de entrenamiento, contemplándose su imagen como la más positiva teniendo en cuenta que el mejor informe apuntaba a que, quizá, pudiera estar en disposición de jugar frente a Betis el 11 de noviembre, justo cuando se cumplirán tres semanas desde su lesión ante Sevilla.
Valverde, de acuerdo con el doctor Pruna, no quiere, sin embargo, correr riesgos innecesarios y teniendo en cuenta que tras el choque frente al conjunto verdiblanco habrá un parón de dos semanas por las selecciones, lo más probable es que se retrasase su reaparición hasta el 24 de noviembre, cuando el equipo azulgrana visite a Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano.
A la vista del excelente rendimiento del equipo en los duelos frente a Inter y Real Madrid, donde la respuesta colectiva a su ausencia provocó dos victorias brillantes que han catapultado al equipo tanto en la Champions como en la Liga, el regreso de Messi no se va a acelerar más de lo previsto, aprovechándose las tres semanas y media que restan hasta la visita al Atlético para una perfecta puesta a punto física del astro.
Su aparición este miércoles en el césped, sin embargo, se entiende como la mejor noticia pensando en su recuperación, que devora los plazos previstos con absoluta normalidad.