Valentino Rossi mantiene la fe en que logrará su ansiado décimo título. Eso sí, lo ve complicado. El italiano concedió una entrevista a la televisión británica BT antes de la cita de Jerez y en ella repasó su visión del Mundial, aunque no ahondó en polémicas con Marc Márquez.
El Doctor no se arruga. "Sé que es difícil, pero decidí intentarlo. Hay que afrontar desafíos difíciles y depende mucho del estado de la moto. Lo que me gusta es la sensación que tengo cuando llega el fin de semana de carrera, cuando gano o cuando consigo subir al podio", expone.
El de Tavullia acaba confesando que 2020 será su última campaña en el Mundial al explicar su renovación con Yamaha. "No fue una decisión fácil. Fue más difícil que otras veces porque, quizá, era el último contrato y después de este no habrá otro", desvela.
El italiano da su particular receta para mantenerse en forma a los 39 años. "Lo más importante para mí es no haberlo dejado nunca. Creo que para mí todo habría sido más difícil si me hubiera parado. Si sigo trabajando duro, mantengo mi ritmo", explica.
Rossi habla, brevemente, sobre su desencuentro con Marc Márquez. "No ha habido ningún mensaje. En Austin ya hablamos un poco. Yo le dije lo que pensaba de él y él, también", comentó. Lógicamente, se refiere a su discusión tras la reunión de la Comisión de Seguridad del viernes en Texas.
Por último, Valentino se refiere a sus problemas técnicos con su montura y la anterior. "La moto del año pasado no era buena. El equilibrio no era el correcto. En algunas pistas la moto era competitiva, pero en las europeas sufríamos mucho. La electrónica es un problema. Para mí, la M1 de 2018 es una moto buena, pero, para mí, sufrimos con la electrónica", reitera.
Redacción