“Casa fantasma” fue el calificativo que utilizó el directivo de la Asociación de Profesores de la Universidad de Oriente (Apudo), Tirso González, al ser consultado sobre el estado de las instalaciones de la casa de estudios, ubicada en la vía Alterna, en Puerto La Cruz.
El ambiente de desidia que se observa en el alma máter se debe al “sometimiento y asfixia presupuestaria” que mantiene el Ejecutivo nacional en todas las universidades públicas, según explicó el dirigente profesoral.
“El Estado debe garantizar la capacidad financiera a la institución, porque con los recursos que le aprueba el Gobierno regional sólo alcanza para pagar el salario a los profesores, que tampoco es suficiente”, señaló.
Al ingresar a la que se supone es “la casa más alta” del oriente del país, se observa que las áreas verdes, vialidad y espacios recreativos no han recibido el mantenimiento necesario, motivo por el cual los estudiantes se quejan todos los días.
Hernán Díaz, quien cursa octavo semestre de Ingeniería Civil, hizo referencia al estado crítico de los baños de la UDO y manifestó que desde hace meses no los usa.
“Sólo al acercarse el olor es nauseabundo porque ni siquiera los limpian. Si la gente hace sus necesidades allí, pues allí se quedan, porque los ladrones se llevaron hasta el sistema de tuberías. Se han robado hasta las puertas”, expresó.
Al entrar a los tocadores, el equipo de El Tiempo confirmó la versión del estudiante: los urinarios y sanitarios carecen de aseo, el piso y los lavamanos están llenos de polvo e incluso el espacio es utilizado para guardar pupitres rotos. Además, algunos baños permanecen clausurados.
Por esta razón, las personas utilizan la parte trasera de las escuelas de la universidad para hacer sus necesidades, por lo que el olor a orina es muy fuerte.
El encargado de la fotocopiadora ubicada en Cursos Básicos, Bulmaro Lanz, expresó su disgusto al respecto.
“Es una lástima que la UDO se haya puesto así. Los patios de las escuelas están repletos de hojas porque no limpian desde diciembre”.
Cristian Sánchez, estudiante de Medicina, también opinó.
“Esta universidad es horrible. Es un infierno. Nada sirve. Los salones de Básico no tienen luz y las autoridades nunca hacen nada porque supuestamente no les llegan los recursos suficientes para el mantenimiento. Una cosa es no tener recursos, pero tampoco buscan la manera de resolver”, fustigó.
El equipo reporteril trató de contactar a la decana de la casa de estudios, María Lattuca, para que diera declaraciones sobre el tema, pero fue en vano.
Puerto La Cruz / Giovanna Pellicani