La lesión de Andy Murray en la cadera le forzó retirarse del torneo de Brisbane, arroja dudas sobre su participación en el Abierto de Australia y le tiene ponderando cirugía.
El ex número 1 mundial se retiró de Brisbane el martes tras no poder practicar, dos días antes de su programado regreso al tenis competitivo por primera vez desde julio.
“Vine aquí con la intención de tener un buen arranque del año, pero tristemente mi equipo y yo no sentimos que estoy donde debo estar para competir al máximo nivel”, dijo en una declaración el británico, dos veces ganador del torneo.
Su retiro fue confirmado apenas horas después de que Garbiñe Muguruza, campeona de Wimbledon y primera cabeza de serie, se tuvo que retirar de su primer match a causa de calambres.
Muguruza se desplomó a la cancha en el tercer set de su match, que ganaba por un set y un rompimiento de servicio, pero no logró concretar el triunfo en sets consecutivos mientras Aleksandra Krunic remontaba de una desventaja de 5-2 en el segundo set, que la serbia ganó en el desempate para obligar a un tercer y definitivo set.
Muguruza, que mantuvo el máximo lugar en el ranking mundial durante cuatro semanas el año pasado, se mantuvo en la cancha por tres games del tercer set antes de ser frenada por los calambres después de casi dos horas y media de juego en condiciones húmedas en la Arena Pat Rafter, lo que le dio a Krunic a una victoria de 5-7, 7-6 (3), 1-2 por abandono.
Por su parte, Johanna Konta arrancó su temporada con una difícil victoria 4-6, 6-4, 6-3 sobre Madison Keys, subcampeona del Abierto de Estados Unidos, en Brisbane.
Konta, quinta preclasificada, llegó al torneo que sirve de preparación para el Abierto de Australia luego de perder sus últimos cuatro partidos de 2017, entre ellos un descalabro en la primera ronda del U.S. Open.
Brisbane / Australia / AP