Un hombre pereció ayer en un tiroteo con funcionarios del Eje de Vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en la calle Principal del caserío Barbacoa, en la zona rural del municipio Bolívar.
Se llamaba Eduardo José Ávila, de 44 años, quien recibió dos balazos en el tórax, presuntamente, al intercambiar disparos con los oficiales.
Una comisión lo llevó a las 5:50 am a la emergencia del hospital Luis Razetti de Barcelona. Era cadáver.
Los restos fueron remitidos al anfiteatro del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).
Una fuente extraoficial declaró que Ávila, supuestamente, robaba carros en los alrededores de la Fuente Luminosa.
Mencionó que uniformados realizaban investigaciones de campo en Barbacoa cuando el individuo les disparó. Los policías tuvieron que defenderse con sus armas.
El Cicpc notificó del caso de supuesta resistencia a la autoridad a la Fiscalía XIX del estado Anzoátegui.
Irrespeto
En la tarde de ayer, unos parientes solicitaron el cadáver de Ávila en Senamecf.
Allí, el obrero Darwin Ávila aseveró que su hermano Eduardo, quien era paramédico, dormía en su domicilio de Barbacoa cuando llegaron funcionarios de la policía científica.
En la vivienda estaba la madre de Eduardo, llamada Iraida Ávila, su hija de 10 años y una sobrina.
Darwin indicó que su hermano estaba desarmado cuando lo asesinaron. “Aquí no hay respeto por la vida. El verdadero delincuente que mata y roba anda suelto”.
Vehículo robado
Darwin Ávila refirió que, unos 10 días atrás, su hermano Eduardo Ávila estuvo detenido porque tuvo problemas por un carro robado. Afirmó que un tribunal de Control lo dejó libre porque no halló pruebas en su contra.
Barcelona / Yraida Núñez / Eleida Briceño