Taylor Swift no se quedará callada ante la venta de su catálogo musical al empresario y mánager Scooter Braun.
En una mordaz publicación en Tumblr el domingo, la superestrella pop escribió que estaba triste y repugnada por el hecho de que su catálogo le pertenezca ahora a Braun, a quien acusa de manipularla y hostigarla incesantemente a lo largo de años, poniendo como ejemplo sus pleitos con Kim Kardashian y Kanye West.
“Este es mi peor escenario posible”, escribió Swift.
La empresa de Braun, Ithaca Holdings, anunció el domingo que adquirirá Big Machine Label Group, que ha lanzado todos los álbumes de estudio de Swift y posee sus másters (archivos originales para producir obras). Swift señaló que se enteró de la venta el domingo.
Swift dejó Big Machine y firmó contrato con Universal Music Group en noviembre porque dice que sabía que volver a firmar con el grupo que había manejado su carrera desde que tenía 15 años daría como resultado que no fuera dueña de su trabajo futuro.
“Dejé mis másters en las manos de (el fundador de Big Machine Label Group, Scott Borchetta), e hice las paces con el hecho de que eventualmente él los vendería”, escribió. “Pero nunca imaginé ni en mis peores pesadillas que el comprador sería Scooter”.
La otra versión
Braun, alega la cantante, hizo que dos clientes, incluido Justin Bieber, la hostigaran en internet por un fragmento filtrado e ilegalmente grabado de una llamada telefónica que tuvo con Kardashian. También hizo referencia a cuando West, un cliente de Braun, organizó “un video musical porno de venganza en el que desnuda mi cuerpo”.
Agregó que ahora Braun le ha “arrebatado” el trabajo de su vida, el cual “nunca me dieron la oportunidad de comprar”.
“Mi legado musical está por morir en las manos de alguien que trató de desmantelarlo”, escribió.
En un comunicado publicado el domingo por la noche en el sitio de Big Machine Label Group, Borchetta indicó que le informó al padre de Swift, Scott, y otros accionistas el 25 de junio sobre el acuerdo con Ithaca Holdings.
Borchetta le escribó un mensaje de texto a Taylor Swift sobre el acuerdo el sábado “para informarle antes de que la noticia se supiera el domingo 30 de junio, para que ella lo pudiera escuchar directamente de mí”.
“Imagino que de alguna manera es posible que su papá Scott, el abogado de 13 Management Jay Schaudies (quien representó a Scott Swift en las llamadas de los accionistas) o el ejecutivo de 13 Management y accionista de Big Machine LLC Frank Bell (quien estuvo en las llamadas de los accionistas) no le dijeron nada a Taylor en los cinco días anteriores. Imagino que es posible que ella no haya podido ver mi mensaje de texto, pero realmente dudo que ‘despertó con la noticia como todos los demás’”, acotó Borchetta.
Los representantes de Braun no respondieron de inmediato a solicitudes de declaraciones.
Disculpas de Bieber
Bieber respondió con un mensaje en Instagram la noche del domingo disculpándose por lastimar a Swift en ese entonces, pero también defendió a Braun, de quien dijo que “no tuvo nada que ver con eso”, y le expresó su apoyo al empresario.
“Que lleves esto a las redes sociales para que la gente odie a (S)cooter no es justo”, escribió Bieber.
La esposa de Braun, Yael Cohen, también recurrió a Instagram para refutar la idea de que Swift se enteró a la vez que el resto del mundo.
“Tu papá es accionista y fue notificado y Borchetta te lo dijo personalmente antes de que saliera a la luz”, escribió Cohen. “Mi esposo no es un hostigador”.
Un representante de Swift no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la declaración de Cohen.
Swift terminó su mensaje con esperanza en el futuro y agregó que afortunadamente “firmé con un sello que cree que debería ser propietaria de todo lo que creo”.
También abogó por que los artistas sean propietarios de sus canciones y dijo que espera que la próxima generación “lea esto y aprenda cómo protegerse mejor en una negociación”.
“Siempre estaré orgullosa de mi trabajo anterior”, acotó, asegurándose de incluir la fecha de lanzamiento de su nuevo álbum, “Lover”, el 23 de agosto.
Los Ángeles / Lindsay Bahr / AP