En la comunidad de La Encantada, en Nueva Barcelona, se evidencia la falta de atención en lo que respecta a servicios públicos.
El mal estado de la vialidad, el desbordamiento de cloacas y la falta de alumbrado son algunos de los problemas que aquejan a sus residentes. Ellos han realizado numerosas peticiones relacionadas a las situaciones que afectan a la urbanización, pero las instituciones públicas no han dado respuestas satisfactorias.
Víctor Frisoli, habitante de la zona, comenta que la época de lluvias es la más temida, pues el agua tarda en bajar y se llega a mezclar hasta con las aguas servidas, que se desbordan en los alrededores.
“Muy pocas veces han venido cuadrillas de la alcaldía a limpiar los sistemas de drenajes y mientras esperamos que vuelvan, todo colapsa de nuevo”, agrega.
La concentración de líquidos en ciertos sectores socava la tierra o el poco asfaltado que existe, creando enormes huecos en las vías.
También varios de los postes de alumbrado público están sin funcionar. Vecinos manifiestan que han tenido que optar por pagar camiones con desechos de construcción para rellenar los caminos y hasta contratar a técnicos electricistas para reparar algunos postes de luz.
A raíz de los recientes problemas de agua en la zona norte del estado Anzoátegui, el servicio ha estado irregular en el vecindario. Todo esto pese a que la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) ha anunciado en días anteriores la reactivación de las plantas potabilizadoras.
El consejo comunal de La Encantada ha gestionado apoyo en la Corporación de Servicios Públicos, la cual hace poco puso, nuevamente, en funcionamiento la bomba de drenaje.
No obstante, aún esperan por la limpieza de bocas de visita. Residentes hacen un llamado a las autoridades para que se aboquen a resolver con prontitud las problemáticas que los afectan.
Barcelona / Andrea Aroca
