Gracias a sus actuaciones individuales han ganado espacio en la alineación de sus equipos, los que les ha permitido, en algunos casos, rememorar grandes momentos del pasado cuando destacaron en las Mayores.
Algunos de ellos son titulares indiscutibles de su posición, otros son más que polivalentes y resuelven cualquier inconveniente que se presente, unos tantos han asumido la responsabilidad de subir al montículo un inning, sin ser lanzadores, por lo que son valiosos para las escuadras en las que laboran.
El receptor Omar Narváez, los infielders Miguel Rojas, Wilmer Flores, Yonathan Daza y Luis Arráez y los jardineros Odúbel Herrera y Anthony Santander son quienes han vuelto a ser protagonistas luego de haber estado alejados, bien sea por lesiones, suspensiones o poco tiempo de juego.
A ellos debe agregarse los nombres de José Peraza, Harold Castro, Ronald Torreyes, Elías Díaz y Ehire Adrianza, quienes sin ser titulares, se las ingeniaron para mantenerse activos en una gran cantidad de duelos.
Sin llegar a tener las estadísticas que dejaron Ronald Acuña, Salvador Pérez, José Altuve o Eduardo Escobar, estos venezolanos van en caminados a igualar o superar sus mejores actuaciones en sus carreras como grande ligas.
Daza, de 28 años y segunda temporada en Grandes Ligas con Rockies de Colorado fue el que más encuentros disputó con 80, en los que conectó 72 imparables, con 11 dobles, dos triples y dos cuadrangulares, teniendo el promedio más elevado dentro de este grupo de venezolanos con .295.
El maracayero se ha desempeñado en los tres jardines este año y solo ha cometido un error en 80 compromisos. Junto a él está el receptor Elías Díaz, compañero de equipo en Colorado.
El rendidor Wilmer Flores es otro de los venezolanos que puede desempeñarse indistintamente en el cuadro interior o los jardines, aunque debutó y se mantuvo varios años con Mets de Nueva York como campo corto.
En San Francisco ha sabido aprovechar las oportunidades y se ha colado entre los más destacados del equipo de La Bahía y aunque no cuenta con un elevado promedio de bateo este año (.255), ha aportado nueve dobles, nueve jonrones y un triple, con 30 carreras remolcadas.
Flores, con nueve temporadas en Grandes Ligas y 29 años de edad, puede seguir disfrutando de su estadía en el mejor béisbol del mundo ya que aporta con el madero y con el guante. Este año ha defendido tres de las cuatro posiciones del cuadro (exceptuando el campo corto ocupado por Brandon Crawford) y además ha fungido como bateador designado en cuatro compromisos.
Miguel Rojas es el titular indiscutido del campo corto de Marlins de Miami, pero una lesión lo alejó del terreno durante tres semanas, y aunque le costó retomar el ritmo ofensivo tras su regreso, pudo completar una primera etapa con números importantes.
En 67 juegos conectó 65 imparables, entre los que se cuentan 16 dobles, cuatro jonrones y dos triples, demostrando su poder de embasado con 36 carreras anotadas y 24 remolcadas.
Rojas es el líder de Miami, no solo en el terreno, sino en el dogout, es el motivador principal de un grupo talentoso de jóvenes en donde también cuentan con el poderoso Jesús Aguilar y el veteranos Adam Duvall.
El joven de 25 años y quien debutó en 2014 con Dodgers de Los Ángeles podría superar sus mejores actuaciones de por vida en hits, dobles, carreras anotadas y remolcadas si mantiene la misma intensidad y contacto que tuvo en la primera parte de la temporada. Con 43 hits más llegará a 600 en su carrera.
Omar Narváez sabe lo que es ser titular en Grandes Ligas, lo vivió en sus años con Marineros de Seattle y ahora lo está haciendo con Milwaukee, y no solo es un receptor defensivo, sino que su bate es más que oportuno para los equipos en los que ha participado.
Narváez tiene un tope de 22 jonrones y 55 carreras remolcadas en una temporada, logrado en 2019 con Seattle y 14 dobles alcanzados en 2018.
Este año ya acumula 12 biangulares, por lo que con tres más impondrá un nuevo tope personal y suma 26 remolques, con 29 en la segunda parte de la temporada, alcanzará su mejor registro.
Narváez tiene ocho cuadrangulares y lo separan 14 de su mejor presentación, y aunque no es descabellado que pueda conectarlos, parce cuesta arriba.
Narváez, de 24años y seis de experiencia en las Mayores, conectó 64 hits y bateó para .300 de promedio, siendo aprovechado por su equipo en distintos lugares de la alineación, de acuerdo a los rivales que se le presentaron.
Anthony Santander no pudo estar como jardinero derecho de Orioles de Baltimore desde el inicio de la temporada por una lesión en su rodilla, pero al ser reintegrado al equipo, exhibió su poder y contacto, que lo mantiene como una de las piezas ofensivas de la organización.
El margariteño jugó en 58 encuentros, en los que disparó 15 dobles y seis cuadrangulares para promedio de .226 con 26 carreras remolcadas, en la parte baja de la alineación de los oropéndolas.
Odúbel Herrera fue apartado de Filis en la temporada 2019 cuando fue acusado de violencia doméstica, también se ausentó en la campaña de 2020 por cumplir con una suspensión impuesta por la oficina de Grandes Ligas, pero cuando regresó a las Mayores le dio la palabra a su guante y bate, para que hablaran por él.
El jardinero zuliano tuvo una destacada actuación con Filadelfia, empezó como séptimo bate y luego se apoderó del primer puesto en el orden de la alineación, por su contacto, por su poder, por su velocidad.
Conectó 55 hits en 62 juegos, con 14 dobles, seis jonrones y un triple, a lo que agregó 33 carreras anotadas, 25 remolcadas y cuatro bases robda.
Actualmente lo separan 15 hits de los 700 en su carrera de seis años.
Luis Arráez siempre ha sido catalogado como un potencial ganador del título de bateo de Grandes Ligas, cuando logré estar una temporada completa a disposición de su equipo.
Arráez tiene calidad con el madero, y ha añadido a su ofensiva una polivalencia defensiva que ha permitido a Mellizos de Minnesota utilizarlo tanto en el cuadro como en los jardines.
Arráez batea para promedio de .296 en la primera parte de la temporada, con 67 hits, ocho dobles y cuatro triples (líder de la Liga Americana).
Ser selectivo en el plato lo ha ayudado a mantener su promedio cercano a los .300, además de tener 24 boletos y 26 ponches en 62 duelos disputados.
En su tercera temporada en Grandes Ligas se ha afianzado como el primer bate de su equipo, aunque en algunas oportunidades fue colocado como último de la alineación, para aprovechar su velocidad y contacto.
Ehire Adrianza, Ronald Torreyes y José Peraza jugaron más de 40 encuentros en la primera mitad, y aunque sus estadísticas no son asombrosas, además de ser oportunos, son garantía defensiva en los tramos finales de los juegos.
Adrianza es parte del nutrido grupo de venezolanos que hace vida con Bravos de Atlanta (Pablo Sandoval, Orlando Arcia, Ronald Acuña, Ender Inciarte y William Contrera) y todos se han unido para aportar a que el equipo de Georgia se ubique entre los tres mejores de su división en la Liga Nacional.
Torreyes, experimentado de siete temporadas, apareció en 42 duelos, pero fue oportuno al conectar siete dobles, tres jonrones y remolcar 20 carreras para Filadelfia.
Torreyes es uno de los venezolanos que este año también se ha subido a la lomita para ayudar a su equipo a descansar el bullpen. En un juego lanzó 1.0 inning y no recibió hit ni carrera.
Otro de los que ha tenido apariciones como lanzador es el infielder Harold Castro, de Tigres de Detroit. Castro, ha participado en tres juegos como pitcher y acmula 2.2 entradas trabajadas, ha enfrentado a 11 y ha otorgado tres boletos, sin carrera ni hit.
Como bateador participó en 51 juegos, con 41 hits y 19 carreras producidas para promedio de .281.
José Peraza, de Mets de Nueva York ha conectado hasta la pausa del Juego de Estrellas 26 indiscutibles, seis de ellos cuadrangulares, con otros siete dobles, para remolcar 19 carreras para el equipo de la Gran Manzana.
Puerto La Cruz / José Barberi