Con poca variedad de pescado. Así están trabajando desde hace más de dos semanas los vendedores del centro de Barcelona, al parecer, por los elevados precios.
"Desde que comenzaron a dolarizar más la gasolina se empezaron a disparar los precios. Yo antes solía invertir $50 en ocho cajas de pescado para trabajar diariamente y ahora me alcanza sólo para tres, ya no podemos meter mucha variedad", expresó Yefrín Urbáez, quien expende en el sector La Chica.
Según Urbáez, la cojinúa es una de las especies que ya no pueden adquirir debido a que al mayor les sale en casi Bs 70 el kilo, por lo que al detal, para los consumidores, tendrían que comercializarla en Bs 80, como mínimo.
"Aparte de que está cara, ni siquiera se consigue fresca, como para decir que vale la pena comprarla", resaltó Urbáez.
Ante este panorama, Andrés Ravelo, otro de los vendedores, manifestó que el pescado pequeño es el que puede adquirir y comercializar con mayor facilidad.
Como ejemplo de ello, colocó el corocoro que se ubicó este martes en Bs 40 el kilogramo, puesto que el grande no lo ofreció porque pasaba de los Bs 60.
El bagre lo tenía en Bs 55; mientras que lebranche, cazón, talají, picua y mojarra estaban en Bs 60. La sardina, el tipo más vendido, se conseguía en Bs 25 el kilo.
En otros establecimientos también tenían cataco y lamparosa en Bs 50, y raya y cabaña en Bs 75.
Barcelona / Elisa Gómez