Vendedores informales de comida rápida han confesado su preocupación debido al constante aumento del dólar, lo cual genera inestabilidad en sus negocios. A inicios de este mes, según el portal web DólarToday, la divisa estadounidense se cotizaba en 268.022,76 bolívares y debido a los sucesivos aumentos ya se encuentra en 289.874,72.
Luis Flores es un trabajador que desde hace 20 años se ubica en la calle Sucre de Puerto La Cruz para vender desayunos. Comentó que toda esta situación se debe a la crisis económica.
A Flores le ha tocado hacer combos y preparar su propia mercancía, ya que “un paquete de tequeños crudos, en las distribuidoras, se encuentra en 750 mil bolívares, sólo trae 20 unidades y eso no alcanza para cubrir gastos”.
Explicó que preparar la comida requiere el uso de la bombona de gas que aumentó su precio casi al doble, pues hace dos semanas estaba en 250 mil y actualmente cuesta 450 mil bolívares.
Oswaldo Rafael González, quien desde hace 30 años trabaja como vendedor de perros calientes en el cruce de la calle Buenos Aires con la Libertad del centro porteño, aseguró que ejerce esta actividad para lograr el sustento alimentario diario, pues la inflación no permite para más nada, ya que “solo hay aumentos y más aumentos”.
“Lo que yo vendo ha subido de precio 2 o 3 veces este mes. Un perro caliente estaba en Bs 180 mil y ahorita cuesta 220 mil bolívares. Uno no se puede estabilizar con un producto, ya que el dólar sube 20% a 30% y es algo que no se puede controlar”, dijo el comerciante.
Una medida que los vendedores aplican para no “irse a pérdida”, es comprar divisas el mismo día que generan los bolívares.
Puerto la Cruz / Francismar Rivas / Pasante USM
