El presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció recientemente que en el país se registra un descenso en los casos de Covid-19 y actualmente se ubica en una tasa de cuatro contagios por cada 100 mil habitantes, por lo que el resultado lo ha llevado a mantener la flexibilización ampliada de la cuarentena que se inició en noviembre por la temporada navideña, dejando a un lado, por ahora, el esquema de 7+7.
Anzoátegui fue uno de los estados que empezaron a destacarse en estos cambios de la estadística diaria que emite la Comisión Presidencial para la Prevención, Atención y Control del virus, puesto que llegó a ocupar uno de los primeros lugares con más de 100 enfermos confirmados, al inicio de la medida, pero luego empezó a bajar la cantidad.
Sin embargo, para el presidente del Colegio de Médicos de la región, Víctor Velásquez, “el número de casos sigue estando presente, sólo que no es reflejado oficialmente”.
Señaló que los resultados se observan en los servicios “abarrotados” en los hospitales, en donde cada día, al parecer, hay mayor volumen de enfermos.
“Pacientes con una agresión de la infección más leve que cuando empezó la pandemia son indicios de que es posible que la variante Ómicron se encuentren el estado, en el país. Sin embargo, lo que preocupa enormemente es el manejo olímpico que se le está dando a la enfermedad, gente que cree que la pandemia se acabó, que es una gripe, que es mentira. Que con la flexibilización ya todo el mundo puede andar en la calle sin tapabocas, relajado”, señaló.
Como ejemplo de ello, recordó lo llenas de bañistas que estuvieron las playas estadales y nacionales el 1° de enero y la cantidad de personas que asistieron al Grito de Carnaval, realizado ese mismo día en el municipio Guanta.
90 por ciento de recuperación de pacientes con síntomas de Covid-19 se ha registrado en el hospital centinela Dr. Luis Razetti de Barcelona. Al menos así lo dio a conocer el director Óscar Navas.
Explicó que, de 100 pacientes, 80 se curan solos, 15 se recuperan y los otros 5 van a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde generalmente terminan falleciendo.
“Es imposible medir el volumen de personas que están asistiendo a los centros, como es imposible determinar el número oficial y verdadero de casos. No creo que Venezuela se encuentre por debajo de países con sistemas de salud más organizados que el nuestro. El manejo de información en los centros asistenciales sigue siendo hermético a la hora de dar cifras. La misma gente no quiere decir cuando tiene Covid, pasa el período de enfermedad en la casa y no dice por pena o miedo a que la estigmaticen y la aíslen. La situación propia del día a día es lo que nos está diciendo que no hay control de la pandemia”, refirió.
No obstante, para el director del hospital centinela Dr. Luis Razetti de Barcelona —el principal en la región—, Óscar Navas, efectivamente, los números van en descenso.
“Hemos reducido, más o menos, a un promedio de 30 pacientes. Lo que pasa es que el Razetti atiende casos de moderado a severo y grave. Si en la calle hay muchos casos, no sé; yo hablo de los casos críticos. El problema es que no se vacunaron. Entonces, están sufriendo las consecuencias. Prácticamente, 90% de los atendidos son no vacunados, el otro 10% son personas vacunadas con patologías severas, que si diabéticos, con cardiopatía”.
Como ejemplo, Navas expuso dos casos muy recientes: la muerte de la jefa de farmacia del nosocomio a quien, supuestamente, su religión no le permitía inmunizarse. Aclaró que no falleció porque se le negó tapabocas, uno de los principales insumos de bioseguridad. El otro caso fue el de la jefa de enfermeras, Sol Elena Chávez, de la cual señaló que a pesar de que estaba vacunada, jubilada y en su casa, contrajo el virus, y sus condiciones preexistentes empeoraron su condición.
“No hemos tenido trabajadores enfermos graves, sino leves, porque se encuentran vacunados casi todos. Menos un grupito, que es como una secta, que hace actividad en el hospital y con quienes me voy a reunir para exhortarlos a que se vacunen o veremos qué hacemos”, acotó.
Otra de las cosas que le llama la atención a Navas es que, aparte de que no están inmunizados, casi todos los pacientes se ubican por encima de los 60 años.
“Realmente la mortalidad es alta, pero el número de casos es menor. Entran más graves porque no se han vacunado y tienen menos expectativas de vida”, acotó.
Aplicación de las vacunas
Anzoátegui cuenta con 45 puntos de vacunación contra el Covid-19 para aplicar la primera y segunda dosis, así como también la de refuerzo. Así lo informó la Autoridad Única de Salud, Yemaira Villasmil.Hospitales, Centros de Diagnóstico Integral (CDI), ambulatorios y farmacias están entre los sitios habilitados.
De acuerdo con la Autoridad Única de Salud en la región, Yemaira Villasmil, hasta el 3 de enero, habían vacunado a más de 66% de la población (más de 795 mil personas) con la primera dosis y más del 43% (más de 511 anzoatiguenses) con la segunda dosis.
En cuanto a los menores de edad, mencionó que han sido inmunizados más de 68 mil de edades comprendidas entre los 12 y 18 años. No manejaba una cifra actualizada de los infantes de 2 a 11 años.
“Al principio había la negativa de la familia, pero a medida que han visto que otros niños se han vacunado, han solicitado la jornada. Cuando comiencen las actividades presenciales en los colegios, volvemos a repasar todas las escuelas”, explicó.
Recordó que, para estas edades, cuentan con las dosis cubanas de Soberana 02 y Abdala, las cuales, a su parecer, son las recomendadas.
Sobre la tercera dosis de refuerzo, de cara a cuya aplicación se inició la campaña el 3 de enero, resaltó que las personas tienen que tener un lapso de seis meses de haberse aplicado la segunda dosis. Tampoco se pueden mezclar los tipos de vacunas; es decir, si tiene el esquema inicial de dos dosis completo con ambas vacunas fabricadas por un mismo laboratorio, la tercera a aplicar debe ser del mismo tipo.
Villasmil recordó que actualmente Anzoátegui cuenta con 400 mil dosis de Sinopharm y esperan la llegada de 25 mil dosis de Sputnik Light. Estas cantidades son debido a la capacidad de refrigeración que tienen disponible para garantizar la cadena de frío.
Explicó que tienen tres congeladores en la Unidad Oncológica Kleber Ramírez Rojas, uno en el hospital Luis Felipe Guevara Rojas y uno en el centro asistencial del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) Héctor Farías.
Elisa Gómez / Puerto La Cruz