Tras la captura de dos detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Barcelona, que presuntamente colaboraban con la banda "el zorrito", se emprendió un fuerte operativo en zonas foráneas de jurisdicción de Bolívar para dar con el paradero de estos hampones.
Según lo informaron voceros de la policía científica, ambos agentes pasaban datos al líder de la banda de “el zorrito”, identificado como Jesús Estívenson (32 años), sobre los procedimientos que harían para lograr su detención y la de sus secuaces.
Los ahora exfuncionarios, quienes responden a los nombres de Jéferson Antonio Salazar, de 23 años; y Over de Jesús Vidal (22 años), fueron presentados por un fiscal de flagrancia del Ministerio Púbico (MP) ante el Tribunal Primero de Control de Barcelona, a cargo de la juez Lucibel Coa Rengel, quien acordó medida privativa de libertad por los delitos de fuga de información reservada y obstrucción de la administración de justicia.
Una vez que los jefes de este órgano detectivesco en Anzoátegui se enteraron de la actuación de los dos policías, intensificaron las pesquisas para corroborar la veracidad de los hechos.
Se conoció que el operativo de búsqueda se centra, sobre todo, en la zona rural y montañosa del municipio Bolívar, donde sospechan que se encuentran estos antisociales.
Algunos voceros policiales compararon el modus operandi de la banda "el zorrito" con la del grupo de “el cagón”, que incursiona en la parte baja del estado Trujillo y en Mene Grande, municipio Baralt del estado Zulia. Estos delincuentes tendrían sometidos a los funcionarios, especialmente a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de esa localidad.
En cuanto a “el zorrito”, trascendió que era un líder religioso, pero que cambió su devoción por Dios para convertirse en un delincuente.
Se supo que los integrantes de su agrupación están plenamente identificados y confían en que de un momento a otro caerán en manos de la justicia.
Barcelona / Eleida Briceño