El exconvicto y agricultor Joelni José García Figueroa, de 22 años de edad, fue linchado a las 2:00 am de este viernes en la primera calle del barrio La Orquídea de Barcelona.
El cadáver quedó con cuatro heridas de machete en la cabeza y quemaduras en diferentes partes del cuerpo.
Detectives del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizaron el levantamiento de los restos de García y los llevaron a la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), en Barcelona.
Los funcionarios comenzaron a interrogar a los testigos para sustentar las actas del expediente que remitirán a la Fiscalía del estado Anzoátegui.
Robo de camioneta
Una fuente extraoficial reportó que García, junto con otro sujeto que se dio a la fuga, al parecer sometió a un vecino, a quien en la mencionada vía le robaron una camioneta marca Chevrolet, color azul.
Dijo que el par de individuos perdió el control del volante y volcaron el vehículo. De inmediato, llegaron unas personas que atacaron con un machete a García y le prendieron fuego.
Esta información fue desestimada por la comerciante Yuli Figueroa, quien relató que a las 5:00 am de este viernes varios residentes comentaron que unos jovencitos sacaron un televisor de una casa, cuyo dueño los persiguió en su camioneta, la cual se volcó.
“Los vecinos contaron que habían linchado a uno de los muchachos. No sabía que el muerto era mi hijo Joelni. Él no sabía manejar. Si Joelni hizo algo malo, debían ponerlo preso. La vida de un ser humano se respeta. Nadie tenía derecho a quitarle la vida así”.
Yuli mencionó que no parió a Joelni, quien era su sobrino, pero que lo crió desde que tenía un año y medio. Su madre biológica era Niurka Figueroa.
Con discapacidad mental
La mujer refirió que Joelni cuidaba una finca en Santa Inés, municipio Libertad, donde tuvo que defenderse y matar a un sujeto que entró a robar. El joven estuvo preso tres años por homicidio en el Internado Judicial del barrio Puente Ayala.
Según aseguró, a raíz de este hecho, su hijo comenzó a padecer de equizofrenia. En mayo pasado, un tribunal le dio la libertad bajo presentación.
“Joelni caminaba por todo el barrio La Orquídea. Las pastillas no le hacían efecto. Yo le decía: mi negro quédate tranquilito”.
Barcelona / Yraida Núñez