Dos balazos en el tórax acabaron con la vida del comerciante Kenny Nazareth Matas González, de 29 años de edad, quien presuntamente intercambió disparos, a las 4:30 de la tarde de este viernes, con funcionarios de inteligencia de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Barcelona.
El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Orinoco, conocida como Sin Ley, en el barrio El Espejo 1A, detrás del liceo Monseñor Nicolás Rolando.
Una fuente extraoficial reportó que Matas accionó un arma de fuego contra los oficiales, quienes se vieron en la imperiosa necesidad de repeler el ataque.
Una comisión trasladó al joven a la sala de urgencias del hospital Luis Razetti, donde falleció. Los restos fueron remitidos a la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).
Lo ajusticiaron
Una información diferente dio el ama de casa Magaly González, quien afirmó que en su domicilio entraron agentes de la PNB, más otro de la Policía Municipal de Bolívar (Polibolívar), quienes la sacaron tanto a ella como a su esposo, el obrero de la construcción Arnaldo Matas, y a sus cuatro nietos.
“Uno de los oficiales me dijo: ‘Te voy a matar, vieja maldita’. Los policías llevaron a mi hijo Kenny hasta el patio, donde lo arrodillaron. Él imploró que no lo mataran, pero le disparó uno de los funcionarios ”.
Aseveró que su vástago estaba desarmado y la PNB le sembró una pistola.
La señora recordó que un mes atrás, uniformados de la Policía Municipal de Guanta (Poliguanta) la detuvieron durante 12 horas, con la intención de presionar a Kenny para que se presentara en el comando. Él no lo hizo.
González iba consignar la denuncia en la Fiscalía del estado Anzoátegui.
El obrero de mantenimiento Arnaldo Matas, hijo, expresó que la comisión de la PNB ultimó a su hermano Kenny porque no les dio dinero. Otra pariente que no se identificó aseveró que los policías le exigieron 1.500 dólares al joven.
El técnico en refrigeración Humberto Cordero González indicó que los funcionarios supuestamente se llevaron los celulares de sus padres, al igual que el de Matas González. Igualmente, el reloj y unos perfumes del veinteañero.
Familiares expresaron que Kenny nunca estuvo detenido. Agregaron que él viajaba a Colombia y Brasil, donde compraba comida y perfumes para revender. Estaba casado con el ama de casa Isamar Flores y dejó cinco hijos.
Barcelona / Yraida Núñez