Comisiones del Destacamento N° 624 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ultimaron a dos individuos, presuntamente, implicados en el doble homicidio del Comandante del Batallón 512 del Ejército, teniente coronel Ernesto Solís León; y del sargento de segunda, Gustavo Flores.
La refriega ocurrió este viernes en Tumeremo, estado Bolívar.
El Comandante de Zona N° 62, general Adolfo Rodríguez Cepeda, informó que los uniformados realizaban labores de patrullaje cuando observaron a unos sujetos, quienes abrieron fuego contra ellos.
El jefe militar precisó que en la balacera salieron heridos dos hombres apodado "el chinazo" y "el puchi", quienes fueron trasladados al Hospital José Gregorio Hernández de Tumeremo, donde fallecieron a los pocos minutos.
"En el sitio del enfrentamiento se incautaron dos pistolas, modelo Pietro Beretta, calibre nueve milímetros con sus cargadores, municiones percutidas y sin percutir", aseveró Rodríguez Cepeda.
Antecedentes
El pasado 7 de abril, Solís León viajaba en una camioneta marca Toyota, modelo Fortuner, color plata, siglas AM312MA, que guiaba Flores, rumbo al fuerte Tarabay. Ambos expiraron en un tiroteo al ser emboscados por un número impreciso de criminales armados.
El vehículo recibió más de 70 impactos de bala.
El teniente coronel Ernesto Solís León era el jefe de la 512 Brigada de Infantería de Selva del Ejército en Tumeremo. Se supone que el ataque se efectuó en represalia por las acciones que realizaba la unidad militar.
El diputado de la Asamblea Nacional, Américo de Grazzia, denunció ante los medios de comunicación la presencia, al sur del estado Bolívar, de grupos irregulares de Colombia, como del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas; así como de grupos paramilitares colombianos y venezolanos, como el Colectivo Tres Raíces y el Tren de Aragua.
Esta situación ha generado enfrentamientos y masacres entre las bandas que luchan por el control de las minas.
Tumeremo / Yraida Núñez
