Montenegro tendrá que disputar su siguiente partido como local a puerta cerrada luego de que algunos jugadores de la selección de Inglaterra fueron objeto de insultos racistas en un compromiso de las eliminatorias para la Eurocopa el mes pasado.
Así como la orden de la UEFA sobre que Montenegro no contará con la presencia de los hinchas en el partido del 7 de junio contra Kosovo, la federación de fútbol del país fue multada con 20.000 euros (22.000 dólares) este viernes.
Los jugadores ingleses Rhaeem Sterling, Callum Hudson-Odoi y Danny Rose pidieron las sanciones luego de que fueron objeto de insultos racistas en el partido de las eliminatorias para la Euro 2020 en Podgorica.
Rose dijo que después de los incidentes estaba “harto” del racismo en los estadios y que “no puedo esperar para dejar en el recuerdo” mi carrera futbolística.
“Sólo tengo que esperar que nunca tenga que volver a jugar ahí (Montenegro)”, comentó. “Obviamente si lo tengo que hacer lo haré. No está en mi lista de destinos por visitar. No digo que todo el país sea así, pero sólo he estado ahí una vez y estoy mentalmente asustado un poco y no tengo prisa de regresar”.
“Esperamos que su siguiente partido en casa a puerta cerrada envíe un mensaje sobre que el racismo no tiene cabida en el fútbol o en general en la sociedad”, dijo la Federación Inglesa de Fútbol en un comunicado. “Continuaremos trabajando con las autoridades competentes del fútbol para garantizar que todos los jugadores puedan disfrutar el juego en un ambiente libre de discriminación”.
La federación de fútbol de Montenegro dijo que el castigo impuesto por la UEFA era el resultado de un “ataque racista por parte de un pequeño grupo de aficionados inconscientes”.
El organismo rector del fútbol europeo también ordenó el viernes un cierre parcial para el siguiente juego como local de Hungría, con por lo menos 3.300 asientos vacíos, a causa de una conducta racista en el partido de las eliminatorias de la Euro realizado en Eslovaquia en marzo. La UEFA multó a la federación húngara con 18.500 euros por los insultos racistas y otras acciones de los aficionados.
Londres / AP