Ucrania sigue golpeando objetivos dentro de la Federación Rusa y logró dañar durante la pasada noche con un ataque con drones varios depósitos de combustible de la región de Rostov, pero las fuerzas rusas mantienen la iniciativa en el campo de batalla y continúan ganando terreno en el frente del este.
Según han reconocido las autoridades rusas, el ataque ha provocado un incendio en las citadas infraestructuras en la ciudad del sur de Rusia de Azov.
Fuentes anónimas del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) han reivindicado el ataque en declaraciones a varios medios ucranianos. Según estas fuentes, sendas infraestructuras atacadas pertenecen a dos empresas distintas de productos petroleros. Una de ellas tiene hasta 22 depósitos de combustible.
Según canales de Telegram rusos, vecinos de Azov escucharon explosiones cerca del puerto y de la estación de tren, donde hay ubicadas instalaciones petroleras. Esos mismos canales de Telegram han publicado un vídeo de una gran columna de fuego y humo elevándose hacia el cielo de la ciudad de Azov.
Kiev ha atacado en los últimos meses con drones de fabricación propia numerosas refinerías y otras infraestructuras petroleras dentro de la Federación Rusa, en un intento de diezmar la economía de guerra rusa y privar al Ejército ruso que lucha en Ucrania de parte del combustible que necesita.
Estados Unidos ha expresado públicamente su disconformidad con estos ataques por miedo a las represalias rusas y a que desestabilicen el mercado petrolero internacional.
Mientras, el Estado Mayor ucraniano ha informado de que el eje del frente de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk, sigue siendo el área más caliente de toda la zona de contacto debido a los constantes ataques rusos.
A mitad de jornada, “los ocupantes rusos” habían intentado “15 veces mejorar sus posiciones” en dirección a la ciudad de Pokrovsk, que sigue en manos de Ucrania.
Según el influyente canal de Telegram ucraniano DeepState, que informa a diario del curso de la guerra, las fuerzas rusas avanzaron en las últimas horas junto a las localidades de Umanske, Arjangelske y Sokol, todas ellas en la región de Donetsk.
En su informe sobre la guerra de este martes, la inteligencia militar británica habla de la “probable” conquista por parte de las tropas rusas de la localidad de Novooleksandrivka, 20 kilómetros al norte de la ocupada Avdivka (Donetsk).
“La zona ha vivido intensos combates a lo largo de 2024 y Rusia ha avanzado gradualmente desde la captura de Avdivka en febrero de 2024”, se lee en el informe británico.
Según la inteligencia militar de Londres, la toma de Novooleksandrivka acerca a Rusia a una carretera vital para el aprovisionamiento de las fuerzas ucranianas en el este.
Las autoridades rusas han venido informando en los últimos días y semanas de la mejora de posiciones y la toma de varios pueblos por parte de sus tropas.
Ucrania perdió la iniciativa en el frente en septiembre del año pasado tras haberse agotado su contraofensiva con avances modestos que en algunos casos han sido revertidos por Rusia.
Tras casi medio año sin apenas suministros de EE.UU., Kiev empezó a recibir nueva ayuda militar de Washington financiada con el esperado paquete de más de 60.000 millones de dólares aprobado por el Congreso en abril, cuya ratificación se demoró durante más de seis meses por las resistencias de una parte del Partido Republicano.
Pese a la llegada de nuevas armas y de cantidades de munición para artillería vitales para corregir la dramática desventaja que en este capítulo sufrió Ucrania durante meses, Kiev no ha sido capaz por el momento de detener los avances enemigos ni de recuperar la iniciativa.
Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, expresó su preocupación por el deterioro de la situación en Ucrania tras dos años y medio de conflicto y particularmente denunció la situación en Járkov, donde la reciente ofensiva terrestre rusa “ha destruido comunidades enteras”.
Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania, se encuentra en el este del país, próxima a las regiones ocupadas por Rusia de Donetsk y Lugansk, en el Donbás.
Kiev / EFE