Un tribunal marítimo de la ONU falló el sábado que Rusia debe liberar buques de guerra ucranianos que capturó en noviembre y a sus 24 marineros detenidos.
El Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, dictó su fallo sobre el caso que Ucrania presentó contra Moscú. Rusia no se presentó a la audiencia ni a la sesión del sábado.
La confrontación en el estrecho de Kerch, que une el mar de Azov con el mar Negro, marcó un punto de inflexión en el conflicto en torno a la anexión de la península de Crimea por parte de Moscú en 2014. Rusia se apoderó de Crimea en un movimiento que Ucrania y la mayor parte del mundo consideran ilegal.
El estrecho de Kerch separa Crimea de la parte continental de Rusia.
Moscú, que presentó un memorando al tribunal, ha argumentado que los derechos que Ucrania reclama en el caso no se aplican porque están cubiertos por una excepción para la actividad militar.
Los abogados de Kiev impugnan esta afirmación, diciendo que la propia Rusia ha descrito previamente el embargo como una operación de aplicación de la ley. El tribunal se puso del lado del argumento de Ucrania sobre ese tema.
Sin embargo, el presidente del Tribunal, Jin-Hyun Paik, dijo que "el tribunal considera apropiado ordenar a ambas partes que se abstengan de tomar cualquier medida que pueda agravar o extender la disputa".
Añadió que los jueces resolvieron que Rusia debe devolver "inmediatamente" los barcos a la custodia de Ucrania, liberar a los marineros y permitirles regresar a Ucrania.
No obstante, el tribunal "no considera necesario exigir (a Rusia) que suspenda el proceso penal contra los 24 elementos ucranianos detenidos y que se abstenga de iniciar nuevos procedimientos", añadió. Kiev había pedido que se pusiera fin a los procesos judiciales contra sus marineros.
Las decisiones del tribunal son legalmente vinculantes, pero no tiene poder para hacerlas cumplir. Pidió a ambas partes que informen sobre su cumplimiento para el 25 de junio.
El tribunal tomó su decisión por 19 votos a favor y 1 en contra, con un juez ruso disidente.
Berlín / AP