El jefe de la oposición en Israel, el centrista Yair Lapid, se reunió este miércoles con los líderes de dos partidos de derecha también en la oposición, Avigdor Liberman y Gideon Saar, para coordinar una estrategia común que permita derrocar al actual Gobierno de Benjamín Netanyahu.
«Acordaron un plan de acción para reemplazar al Gobierno por el bien del futuro del Estado de Israel”, señaló un comunicado conjunto.
Lapid lidera la oposición al frente del partido «Hay Futuro» y ya logró crear un gobierno alternativo a Netanyahu en 2021 aglutinando a fuerzas de todas las tendencias contrarias al actual primer ministro, pero solo duró un año.
Avigdor Liberman, que lidera la formación de ultraderecha laica «Israel Nuestro Hogar», y Guideon Saar, al frente de la formación de derechas «Nueva Esperanza», también formaron parte de ese «gobierno del cambio».
Ambos fueron en el pasado miembros del Likud de Netanyahu, ministros en sus anteriores gobiernos y aliados cercanos al actual primer ministro, pero abandonaron la formación de derechas -Liberman en 1997 y Saar en 2020- por desavenencias personales con él.
Lapid, Liberman y Saar también pidieron al líder del partido de centro-derecha Unidad Nacional, Benny Gantz, que abandone el Ejecutivo de emergencia formado a causa de la guerra en la Franja de Gaza, y se una a ellos.
El exministro de Defensa Benny Gantz -que en el pasado integró coaliciones de gobierno con Netanyahu- también formó parte del «gobierno del cambio» y hasta el 7 de octubre estaba en la oposición junto con Lapid, Liberman y Saar.
Sin embargo, tras estallar la guerra en Gaza fue el único de los tres que optó por unirse a un gobierno de emergencia y es miembro del núcleo duro del gabinete de guerra, junto con Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Gantz, que desde hace meses lidera las encuestas electorales, ha amenazado a Netanyahu con abandonar el gobierno de unidad para el 8 de junio si éste no cumple con una seria de demandas, como un plan de posguerra para la Franja de Gaza que contemple una administración civil controlada por palestinos.
Tel Aviv / EFE