El acompañamiento psicológico al paciente obeso o con sobrepeso, que decide optar por una cirugía bariátrica o colocarse el balón elipse para adelgazar, puede hacer la diferencia entre el éxito del procedimiento a largo plazo, o su fracaso.
Sobre este particular Manuel Fariñas, psicólogo de la Unidad Bariátrica y Metabólica (UBAM), explica que el acompañamiento supone la evaluación del comportamiento de la persona antes de cualquier tipo de intervención.
“Se debe conocer las percepciones, expectativas, identificar también fortalezas y debilidades que puede presentar el paciente durante el proceso bariátrico. Es una tarea fundamental de los psicólogos mostrar la importancia de lo que se desea, y operacionalizar cuáles son todas esas conductas que los pacientes pueden desarrollar para mejorar su estilo, tanto de alimentación como de vida”, comentó Fariñas en nota de prensa.
Normalmente, la persona que sufre obesidad o sobrepeso tiene un desbalance en sus hábitos alimentarios y de descanso; su interrelación con el aprovechamiento del tiempo libre no es el mejor y el psicólogo debe identificar todos los factores que generan en él ansiedad y estrés, según expone Fariñas.
“En UBAM identificamos los patrones de personalidad, sus hábitos, lo que hace día a día ese paciente, cómo se organiza y distribuye su tiempo en una civilización demandante o que atropella las personas. De igual manera, los factores de estrés, de ansiedad, tristeza e incluso, esos pensamientos frecuentes que puedan incidir en el historial. Entramos a conocer cómo ha sido su vida, su infancia, una revisión por su adolescencia y vamos tomando una visión cronológica hasta llegar a la adultez”, apunta Fariñas.
De igual manera importante para el trabajo del psicólogo, es identificar dietas o intervenciones quirúrgicas previas; así como la motivación actual y las expectativas de una cirugía bariátrica, o de la colocación del balón elipse, para lograr el éxito en el resultado esperado.
Fariñas comenta que, en el caso de aquellos pacientes que acuden a la unidad, y se deciden por la colocación del balón elipse, el abordaje del psicólogo se enfoca en explicarles las posibles manifestaciones que podrían darse a nivel de los jugos gástricos y con el comportamiento del estómago, que le resultará atípico.
Es importante prepararlos para que tengan la apertura y para que pueda desmitificar, calmar sus impresiones, miedos, ansiedades y angustias.
“En ambos casos, tanto en la intervención quirúrgica como con el balón gástrico, es necesario trabajar con el poder de la visualización de los resultados. Hay pacientes que son muy visuales y necesitan ver cómo es todo el procedimiento y buscarle el sentido mecánico de cómo va a funcionar. Explicar con detenimiento calma la ansiedad”, enfatiza el especialista.
A partir de la intervención bariátrica o de la colocación del balón elipse, el trabajo del psicólogo es asistir al paciente para disipar sus miedos por una recaída. Generalmente, este acompañamiento va de seis meses a un año, tiempo durante el cual, se van a ir mostrando los resultados esperados; sin embargo. en el camino pueden surgir preguntas y temores de recaída.
“Normalmente, te consigues un paciente muy colaborador, que anhela el apoyo psicológico y nutricional y sin duda es una opción”, concluyó.
Caracas / Redacción Web