El tifón Nanmadol ha dejado a su paso por la isla de Kyushu, en el suroeste de Japón, dos muertos y una docena de heridos, así como unas 300.000 viviendas sin electricidad, precipitaciones récord e infinidad de ríos en condiciones de desbordarse, según la cadena de radiotelevisión pública NHK.
«Quiero que cada ministro reduzca los daños en la medida de lo posible y haga todo lo posible para garantizar la seguridad de la población, así como que cooperen estrechamente con los gobiernos locales en la zona de la catástrofe», dijo el lunes el primer ministro nipón, Fumio Kishida, a la agencia EFE tras una reunión con su gabinete.
Kishida pospuso su viaje a Nueva York para reunirse con varios líderes con el fin de poder supervisar la situación con respecto a la evolución del tifón.
Desde que comenzaron las lluvias que arrastra el tifón, la prefectura de Miyazaki, en el sur de Kyushu, acumula ya 1.000 milímetros de precipitaciones, un nivel sin precedentes en ese país, reportaron medios nipones, entre ellos NHK.
Tokio / Redacción Web