Las necesidades colectivas son diversas en las comunidades que se encuentran entre los municipios Juan Manuel Cajigal y Aragua, en el estado Anzoátegui. Sin embargo, los habitantes coincidieron en solicitar, principalmente, la rehabilitación de la vía La Guacharaca que conecta con las troncales 13 y 14.
Petra Cabeza, habitante de Rabanal, situado en la parroquia San Pablo de Cajigal, enlista tres problemas a resolver. Vialidad, transporte y agua. “Las vías están malas, los niños que estudian muchas veces se vienen a pie y no tenemos cisternas acá. Tienen tiempo que no nos asisten en este lugar. Tenemos que buscar agua a la laguna".
Cabeza manifestó que a raíz de las condiciones de la carretera, que empeoraron hace más de 20 años, son pocos los carros que transitan, dificultando no sólo el traslado de los niños a las escuelas más cercanas, sino también salir a las áreas comerciales a realizar sus compras.
"Yo tengo años viviendo aquí y siempre ha estado así, empeorando cada día y no ha habido respuesta. La otra vez dijeron que iban a solucionar y todavía estamos esperando. En varias ocasiones ha habido accidentes por el mal estado y la falta de alumbrado público", mencionó Cabeza.
Rosmery Aray, quien habita en el sector Las Lomas de Aragua, manifestó que en los 26 años que tiene en la comunidad, el estado de esta carretera ha sido lo que más les ha preocupado.
"Tenemos muchos problemas como el transporte porque no hay como tal una cooperativa, no hay un autobús, nada que pueda servirnos a nosotros como medio de transporte. Pedimos a quien pueda ayudarnos a la vialidad, sobre todo", solicitó Aray, quien además señaló que en esta comunidad sufren constantes cortes eléctricos que no están programados.
Pedro Ramón Rivero relató que por el sector Guastrantal, en el municipio Aragua, pasa el transporte de 6:00 am a 7:00 am con destino a Aragua de Barcelona y "el que se quedó, se quedó".
"La vialidad está en pésimas condiciones, está mala, mala. Los transportistas dan un sólo viaje hasta el otro día. Y el agua también es difícil, estamos comprando el tambor de agua en 80 bolívares, cuando el transporte de la bomba (cisterna) viene por ahí, del resto es de la laguna", enfatizó Rivero.
Vecinos recordaron que hubo un tiempo en donde los transportistas que salían de Barcelona a Onoto o Zaraza hacían un desvío por esta carretera hasta la comunidad de Las Margaritas para beneficiar a más personas, pero el deterioro progresivo fue eliminando esta ruta.
Alegaron que ahora para trasladarse de estas comunidades hacia la ciudad capital o viceversa, lo hacen pidiendo cola o utilizando el transporte por Aragua de Barcelona, donde el recorrido es más largo y costoso.
Barcelona / Elisa Gómez