Verse obligados a caminar por la avenida Municipal de Puerto La Cruz, específicamente por la zona donde se encuentran las ruinas del antiguo bingo Platinum, es entrar en una situación de desesperación y angustia, sin importar si es de día o de noche, pues ese espacio se ha convertido en una guarida de indigentes y delincuentes.
El cierre del establecimiento ocurrió en el año 2011 por decisión de la Comisión Nacional de Casinos (CNC) y luego, a principios de 2013, hubo un incendio que consumió 80% de la estructura.
La vecina Berta Rojas esperaba en una parada de autobuses cercana al lugar. Allí expresó que pasar de noche da aún más miedo porque no hay suficiente alumbrado público, mientras que aun a plena luz del deben soportar los actos inmorales que practican la gente de mal vivir que permanece en ese terreno.
“La verdad, yo evito quedarme hasta altas horas de la noche en la calle y, menos, si tengo que venir hasta esta parada. Me da temor que me quiten mis pertenencias, he visto que los que hacen vida en ese sitio realizan actos obscenos. La alcaldesa Herminia García sabe de esta situación, pero no le da importancia”, aseguró.
Esas áreas se encuentran repletas de basura y escombros, mientras que parte de las instalaciones fueron selladas con ladrillos.
Juan Brito, chofer de una buseta, expresó que hasta para los profesionales del transporte público es un reto transitar por ese tramo, especialmente si les toca detenerse para recoger a los pasajeros, pues corren el riesgo de que alguno de ellos sean delincuentes.
“Tanto hombres como mujeres hay en ese sitio y hacen desastres. Uno está cumpliendo con su trabajo, no puedo dejar a mis pasajeros expuestos, pero si fuese por mí evadiría este trecho y seguiría de largo hacia la próxima parada”, manifestó Brito.
Puerto La Cruz / Rosa Marina Silva