Ver jugar al campeón de la Liga Americana del 2020 es entender cómo luce la perfección. Pero esto no quiere decir que Mantarrayas de Tampa Bay es perfecto. Y eso es precisamente lo que lo hace especial.
Está bateando apenas sobre .200 colectivamente esta postemporada y anotando poco más de cuatro carreras por juego. Ha ganado juegos en estos playoffs por resultados de 2-1 (dos veces), 3-1 y 4-2. Rays entiende quiénes son y cómo tienen que hacer las cosas.
Tampa Bay tiene récord de 9-5 en esta postemporada porque su pitcheo y su defensiva son tan buenos que lo demás no importa. Enfrentando a Dodgers en la Serie Mundial, aquí hay razones por las que probablemente Rays podría ganar su primer anillo.
Sus lanzadores abridores son muy buenos y están descansados. Tampa Bay inventó el concepto del “opener” en el 2018. Se trata de utilizar a un relevista contra unos pocos bateadores en el inicio del juego para traer luego a un abridor tradicional, o a un relevista largo, y permitir que enfrente al grueso del lineup rival una vez menos.
Tampa Bay utilizó un “opener” siete veces en el 2020, incluyendo cuatro en los últimos 13 juegos de la temporada regular. Dejó marca de 6-1 en esos cotejos.
Pero una de las ventajas de Mantarrayas es que también tiene a cuatro muy buenos abridores tradicionales en Blake Snell, Charlie Morton, Tyler Glasnow y Ryan Yarbrough. Los cuatro son capaces de ir lejos en los juegos y eso hace a su ya excelente bullpen en uno todavía mejor.
Para soportar el trabajo de los abridores, Tampa tiene al mejor y más completo bullpen de las Grandes Ligas. El mánager Kevin Cash confía prácticamente en todos sus relevistas para cerrar juegos. 12 de ellos salvaron juegos durante la temporada regular, y un 13ero, Peter Fairbanks, tiene dos de los cinco rescates de Tampa Bay en esta postemporada.
Estilos
Mantarrayas tiene una variedad de estilos diferentes de pítchers para dominar a los oponentes, desde lanzadores que lanzan muy duro (Fairbanks, el dominicano Diego Castillo, John Curtiss) pasando por unos que imprimen una rotación tremenda a sus envíos (Josh Fleming, Aaron Loup) o muchísimo movimiento (Anderson) hasta llegar a uno que lanza por el lado del brazo (Ryan Thompson).
No muchos estaban al tanto del nivel de la defensiva de Tampa Bay antes de empezar la postemporada, pero las cosas han cambiado estas últimas semanas.
El jardinero central Kevin Kiermaier ha montado un show, convirtiendo lo extraordinario en rutina día tras día. El tercera base Joey Wendle, el campocorto dominicano Willy Adames y el jardinero derecho Hunter Renfroe tienen materia prima de Guante de Oro.
Tienen al “jugador más grandioso del planeta”
Ya hemos visto antes como grandes jugadores cargan a sus equipos hasta conseguir en el título. El dominicano David Ortiz es un ejemplo reciente. Su compatriota Juan José Soto es otro. Eso es precisamente lo que el novato cubano Randy Arozarena representa para Mantarrayas.
Cuando Tampa Bay subió al patrullero de 25 años el 30 de agosto, alguien de la organización le dijo a Adames: “Acabamos de subir al mejor pelotero disponible”.
Adames no estaba seguro de lo que le estaban diciendo. “Tiene que ser el mejor pelotero del planeta”, señaló recientemente.
Un coloso
Arozarena está bateando casi .500 en 11 duelos de playoffs, con cinco jonrones, tres dobles y un triple. Y sólo ha jugado 42 juegos de temporada regular, 19 para Cardenales en el 2019 y 23 para Tampa Bay esta campaña. “Es una montaña de energía y posiblemente el mejor jugador de la historia”, dijo Curtiss.
Las 226 victorias de Tampa Bay las últimas tres temporadas son la quinta mayor cantidad en MLB (Grandes Ligas), a pesar de haber terminado los puestos 28, 30 y 30 en nómina. Para esa tropa, sin embargo, enfocarse en eso no es justo.
“Me explico, aquí tenemos un grupo talentoso de jugadores”, señaló el mánager Cash. “Y algunas veces, ese talento no siempre sobresale a la misma vez. Pero ahora mismo, especialmente con el pitcheo y la defensiva, está ahí. Están jugando con un margen de error mínimo e igual están haciendo el trabajo”.
Barcelona / José Barberi Jr.
