El Partido Comunista de Venezuela (PCV) vive la cuarta «ilegalización» de su historia desde su fundación hace 92 años -dos en dictaduras, una tras optar por la lucha armada y la última este agosto, con un Gobierno socialista-, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenara una intervención, que sus miembros -aseguran- afrontan con «la moral en alto».