La compraventa de bebés, prostituir a mujeres migrantes con el engaño de conseguir un empleo y utilizar a adolescentes pobres para trabajar en regímenes de explotación en minas son distintas caras de la misma moneda. La trata de personas es una lacra que mancha diversas realidades de la sociedad peruana y este sábado se recuerda que aún queda mucho para hacer.