Los ecuatorianos manifestaron a través del voto un amplio respaldo a las propuestas del pereidente Daniel Noboa de reforzar la lucha contra el crimen organizado, pero le dieron la espalda de manera amplia a sus reformas económicas para crear empleo mediante la legalización de contratos por horas y atraer inversiones al aceptar arbitrajes internacionales en cualquier jurisdicción.