Las autoridades surcoreanas anunciaron el sábado nuevas medidas de distanciamiento social en el área capitalina donde ha resurgido el coronavirus.
A partir del domingo y por dos semanas, las autoridades de Seúl y de la vecina provincia Gyeonggi tendrán el poder de cerrar clubes nocturnos, salones de karaoke, salas de cine y restaurantes buffet si no están aplicando medidas como el distanciamiento social, la toma de temperaturas, la toma de listas de clientes y la obligación de portar mascarillas.
Quedan prohibidos nuevamente los partidos de fútbol y beisbol, apenas una semana después de que las autoridades permitieron los partidos siempre y cuando sólo unos pocos asientos de espectadores distanciados estén ocupados.
Se desaconsejan las concentraciones de más de 50 personas y se les pide a las iglesias llevar sus servicios religiosos a la internet.
El ministro de salud Park Neung-hoo anunció las medidas poco después de que la agencia nacional de salud reportara 166 casos nuevos confirmados, el mayor aumento diario en cinco meses.
Park expresó consternación por los contagios en la zona metropolitana de Seúl, donde las autoridades no han podido rastrear cabalmente los métodos de contagio.
“La situación actual parece ser la primera etapa de una masiva ronda de contagios”, declaró Park.
“Si no logramos detener correctamente los contagios, una propagación más celerada del virus hará aumentar el número de pacientes y afectará a todo el país”, añadió.
Previamente las autoridades se resistían a imponer nuevas restricciones al considerar que podrían perjudicar a la economía, que ya se encuentra frágil y podría sufrir su primera contracción en dos décadas.
Actualmente Corea del Sur tiene 15.039 casos de coronavirus y 305 decesos.
Seúl / AP
