Las personas fallecidas durante la cuarentena decretada por la pandemia del Covid-19, han sido enterradas en los cementerios de Barcelona y Puerto La Cruz sin los permisos legales que otorgan las prefecturas de la zona norte del estado Anzoátegui, debido a que el personal no acude a los despachos por falta de transporte.
El problema lo padecen los parientes de las víctimas y los funerarios, quienes se ganan la vida prestando sus servicios con la realización de los sepelios.
A estos trabajadores les toca la mayoría de las veces ayudar a los familiares con la agilización de los trámites legales ante esos despachos.
Una odisea
Daniel López dijo que logró enterrar a su primo porque obtuvo un permiso en el hospital Luis Razetti y el Instituto Anzoátiguense de la Salud (Saludanz), que aceptaron que hiciera ese trámite después de tanto rogar en el cementerio.
El problema que se presenta, según contaron los familiares, es que las personas fallecidas no son registradas en los libros de las prefecturas, lo que pudiera acarrearles problemas cuando realicen gestiones legales en materia de patrimonio o herencia.
Barcelona / Eleida Briceño