La crisis de abastecimiento de agua en Playa Grande, principal población de la parroquia Bolívar del municipio Bermúdez, en el estado Sucre, llegó esta semana a su punto álgido debido a que ya son 15 días sin recibir el líquido por tubería en las zonas bajas de esa comunidad.
La población total de la localidad se estima en unos 30 mil habitantes, y la afectación con el suministro de agua viene avanzando paulatinamente de la zona alta a la baja. Los reportes de escasez son comunes en Playa Grande Arriba, El Medio, Valle Hondo, Virgen del Valle, Londres y El Roldán, entre otros.
Sin embargo, las denuncias vienen en crecimiento y este martes, a la familia Arias, en la zona de la Vivienda Rural le tocó comprar mil litros del recurso porque tienen niños pequeños y no podían esperar más que llegara por tubería.
Similar situación relataron los Bataglinni, quienes viven en la zona sur del municipio y se vinieron a pasar unos días a la casa familiar en la calle 2 de Playa Grande, “porque en Guayacán nunca hay agua”, y resulta que han visto agotarse las reservas porque no ha caído una gota “ni del cielo”, dijo Rikelis, la madre de tres hijos, dos jóvenes universitarios y otra en edad escolar.
En la calle Las Mercedes la situación no era mejor. Miriam Peña, señaló que está reuniendo para comprar un tanquecito porque el costo del agua no baja de cinco dólares mínimo. “Lo peor es que uno muchas veces no los tiene”, dijo.
La ausencia del servicio se verificó en La Vivienda, calles Las Mercedes, Principal, dos, tres y cuatro, Playa Grande El Medio y San Rafael, donde era habitual que se abrieran las llaves una vez a la semana.
Hace unos días, el alcalde del municipio Bermúdez, Julio Rodríguez, en reunión con los entes asociados al tema agua, como la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe), informó que deben hacerse reparaciones mayores en El Carupanero, debido a que están llegando a la zona apenas unos 100 litros de los 1.600 que salen de Clavellinos.
Por otro lado, hay denuncias concretas sobre llenaderos clandestinos en zonas como Mareca y Las Casitas de Playa Grande, que toman el agua de la aducción para luego venderla a quienes, lamentablemente, no reciben el servicio por tubería.
A estas denuncias se une el descontento vecinal por el mal manejo del llaveo por parte de Hidrocaribe. Es el caso del vecino Gabriel Perdomo, quien acusó a los funcionarios de la hidrológica de “andar para arriba y para abajo en su vehículo, mientras somos los afectados quienes tenemos que andar cargando con los responsables de las llaves”.
Petra Hernández, otra habitante de Playa Grande, sentenció que nos les queda más remedio que aguardar a que llueva porque si esperan por las autoridades se mueren de sed.
Bermúdez / Cecilia Lárez