La situación del sector turístico en el estado Sucre es bastante comprometida, Son muchos los operadores que reconocen que no han logrado alcanzar la operatividad que tenían previo a la pandemia por Covid-19.
A las dificultades económicas se suman las fallas en los servicios y por si fuera poco, los cobros desproporcionados en los mismos, tal es el caso de la electricidad y las telecomunicaciones.
La situación fue planteada por la directora de Fedeindustria Turismo, Gloris Muñoz, quien habló de una quiebra de sector debido a cobros elevados de tarifas eléctricas y otros problemas que viven a diarios posaderos, licoreros, dueños de bodegones y otras empresas del ramo.
Muñoz reseñó que el problema afecta a quienes regentan este tipo de negocios en Mochima, donde se reportan cobros de hasta $ 5 mil a licorerías y otros establecimientos.
“En Mochima, la señora de uno de los bodegones tuvo que buscar prestado para pagar una factura de casi $5 mil, que no se producen”, dijo.
Denunció que en el caso de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), cobran por los equipos que visualizan en los negocios, sin importar que algunos estén dañados. La situación ha generado cierre de negocios, por lo que pidió que se ponga en práctica la revisión de medidores y una facturación real y no con montos exagerados, que, aseguran los afectado, atentan contra el desarrollo turístico de la región.
Pero Mochima no es la única zona del estado Sucre donde se reportan este tipo de situaciones, en el municipio Cruz Salmerón Acosta, Matitza Ramírez, dueña de una posada, denunció que el sector empresarial está agobiado con la facturación de luz y por si fuera poco, los funcionarios de la estadal eléctrica se presentan con órdenes de corte del servicio.
La empresaria, que es vocera comercial y turística en la jurisdicción, precisó que la cuenta viene de 2019 y en ningún caso se han hecho mediciones de consumo, por lo cual nadie sabe de dónde sacan los montos a cobrar.
Detalló que muchos negocios están cerrados y otros tantos funcionan a medias. “Nosotros no nos estamos negando a pagar el consumo. Sabemos que tanto el servicio eléctrico, como el agua, el aseo y la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) se tienen que pagar, es el deber ser”.
Pero dijo que en lo que no están de acuerdo es que con el mal servicio que presta la empresa en el municipio, donde se va la luz hasta ocho veces al día y se dañan equipos y no dan respuestas por esta situación, deban cobrar esos montos absurdos.
Explicó que problemas como la pandemia, la falta de transporte en la península y la escasez de combustible afectaron a muchos negocios, por lo que no pudieron trabajar en más de dos años.
La vocera señaló que tiene aviso de corte por una factura que redondea los $10 mil dólares, los cuales no tiene para pagar.
Francisco Sánchez, dueño de un comercio en Araya con una deuda de $2.300 en electricidad, dijo que se trata de un monto excesivo, inclusive pagando en partes como le sugirieron en la empresa.
Explicó que le dieron la opción de pagar por partes y después hacer el reclamo, algo que considera desventajoso porque una vez que cancele no le reintegrarán el monto, que considera injusto. La deuda aumentó con otra factura de $1.300, que le dieron tres días para pagar, y como no la pudo honrar le cortaron el servicio.
Freddy Mata, operador turístico, vocero de Fedeindustria y de la Cámara de Turismo en Carúpano-Paria, señaló que, en efecto, están llegando facturaciones eléctricas muy altas para el poder adquisitivo de los negocios del área.
Reconoció que la pandemia fue nefasta para los operadores y aún no se han podido recuperar, y aun estando en post pandemia, algunos factores no les han permitido recuperarse y tener mayor fluidez económica.
Mata cree que hay que sentarse a conversar y entender que el turismo es la fuente de desarrollo y prosperidad económica de muchos pueblos del mundo y hay que buscar la manera de que las estructuras sobrevivan.
Indicó que hay operadores que no pueden asumir el pago del servicio, otros que han pactado pagos fraccionados, por lo que cree que la solución es sentarse a negociar una salida al problema.
Sucre/ Cecilia Lárez