La armada de Indonesia recorrió las aguas de Bali el viernes, reforzada por la llegada de un buque de guerra australiano equipado de un sonar con un helicóptero. Ello fue dispuesto para la búsqueda, cada vez más frenética, de un submarino desaparecido al que sólo le quedan horas de suministro de oxígeno para sus 53 tripulantes.
El KRI Nanggala 402 desapareció después de su última inmersión reportada el miércoles frente a la isla turística, y la preocupación es cada vez mayor, es posible que se haya hundido demasiado para alcanzarlo o recuperarse a tiempo.
El jefe de la marina informó que se esperaba que el submarino se quedara sin oxígeno la madrugada del sábado.
"Maximizaremos el esfuerzo hoy, hasta el límite de tiempo de mañana a las 3 am", expresó a la prensa el portavoz militar, mayor general Achmad Riad.
No ha habido señales de vida del submarino, pero los miembros de la familia tenían la esperanza de que el esfuerzo de búsqueda masiva encontraría el barco a tiempo.
“Las familias está en buenas condiciones y siguen orando”, dijo Ratih Wardhani, hermana del tripulante Wisnu Subiyantoro, de 49 años. "Somos optimistas de que el Nanggala pueda ser rescatado con toda la tripulación".
Veinticuatro barcos indonesios y un avión patrullero fueron movilizados para la búsqueda el viernes, enfocándose en el área donde se encontró una mancha de petróleo después de que el submarino desapareciera durante un ejercicio. Los equipos de rescate realizaron búsquedas masivas similares en los dos días anteriores.
Se esperaba que un avión de reconocimiento estadounidense se uniera a la búsqueda el sábado y pronto llegaría un segundo barco australiano.
"Estos dos barcos australianos ayudarán a expandir el área de búsqueda y extenderán la duración del esfuerzo", afirmó el Contralmirante de la Armada Australiana Mark Hammond.
También se esperan barcos de rescate de Singapur y Malasia en los próximos días.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, canceló una visita al puerto de Banyuwangi, de donde salieron algunos barcos de rescate, para prepararse para una cumbre regional de fin de semana en Yakarta, dijeron las autoridades. Pidió a los indonesios que oraran por el regreso seguro de la tripulación, mientras ordenaba todos los esfuerzos para localizar el submarino.
"Nuestra principal prioridad es la seguridad de los 53 miembros de la tripulación", aseguró Widodo en un discurso televisado el jueves. "Para la familia de los miembros de la tripulación, puedo entender sus sentimientos y estamos haciendo todo lo posible para salvar a todos a bordo".
No ha habido evidencia concluyente de que la mancha de petróleo fuera del submarino. El jefe de Estado Mayor de la Armada, el almirante Yudo Margono, destacó que el petróleo podría haberse derramado por una grieta en el tanque de combustible del submarino o que la tripulación pudo haber liberado combustible y fluidos para reducir el peso de la embarcación y que esta pudiera salir a la superficie.
Margono añadió que un objeto no identificado que exhibía un alto magnetismo estaba ubicado a una profundidad de 50 a 100 metros (165 a 330 pies) y los funcionarios esperaban que fuera el submarino.
La Marina sostuvo que cree, sin embargo, que el submarino se hundió a una profundidad de 600 a 700 metros (2000 a 2300 pies), mucho más profundo que su cifra de colapso, a la que la presión del agua sería mayor de lo que el casco podría soportar.
La profundidad de colapso de la embarcación se estimó en 200 metros (655 pies) por una empresa surcoreana que reacondicionó la embarcación en 2009-2012.
La causa de la desaparición aún es incierta. La marina ha dicho que una falla eléctrica podría haber dejado al submarino incapaz de ejecutar los procedimientos de emergencia para resurgir.
Los accidentes submarinos suelen ser desastrosos.
Yakarta / AP
