“Se alquila”. Esta frase, junto a un número de teléfono, está pegada en la santamaría oxidada de gran parte de los locales vacíos del centro de la ciudad de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar.
Algunos avisos ya no se alcanzan a leer por el tiempo que llevan ahí estampados. El sol y la lluvia han hecho mella en ellos, mientras los propietarios de las estructuras siguen a la espera de una llamada que permita concretar su alquiler.
Con la reapertura progresiva de la frontera, que arrancó en septiembre de 2022, hubo algunos emprendimientos que se atrevieron a invertir en la Villa Heroica: un negocio de venta de ropa y otro de helados se aventuraron y, a la fecha, ya cerraron. Se retiraron por múltiples factores.
En el caso del negocio de venta de ropa, la poca salida de los productos, aunado a la soledad que aún reina en el casco central de la jurisdicción y a la falla de los servicios públicos, hizo que desistieran y pusieron los candados. El grupo de trabajadores se quedó sin empleo.
La reconocida empresa de helados fue la primera en irse, meses atrás. Hubo algunos “detalles” como los frecuentes cortes de electricidad y el “hostigamiento” de algunas instituciones que los empujaron a no continuar en una zona que, a más de 12 meses de la reactivación, sigue estancada.
La presidenta de la Cámara de Comercio del municipio Bolívar, Isabel Castillo, sitúa la paralización del comercio en más del 85 %, cifra que es desalentadora para quienes veían en el anuncio de reapertura de frontera una posibilidad de despegue.
Castillo ha insistido en varias oportunidades en la importancia de que haya incentivos para el comerciante, exonerándolo de ciertos impuestos mientras logra posicionarse, así como no exigirle la máquina fiscal por parte del Seniat, la cual tiene un valor que sobrepasa los mil dólares.
El embellecimiento del centro es otro punto de gran relevancia. Reparar las aceras, pintar las fachadas, asfaltar las calles y tener un servicio de recolección de desechos diario, junto a un sistema eléctrico y de agua potable que no fallen, son factores que también requieren ser atendidos.
De acuerdo con el analista en temas de frontera, William Gómez, urge la promulgación de una Zona Económica Especial o de Libre Comercio e industria, así como la reapertura de los puentes las 24 horas, la reactivación de las casas de cambio, la reforma de la Ley de Fronteras, un nuevo régimen aduanero para la importación de mercancías menores y el decreto que le dé luz verde a los colombianos para recorrer todo el estado Táchira con sus vehículos.
Ciertos espacios han sido tomados como basureros por ciudadanos inconscientes. Algunos dueños han puesto sus avisos en señal de que no es un lugar para depositar desechos y advirtiendo que fueron ubicadas cámaras para grabar a las personas que sigan irrespetando las fachadas con sus acciones.
Los comerciantes que aún están activos en San Antonio del Táchira son los que resistieron más de siete años de cierre, y están esperanzados en un cambio que no ha llegado aún.
San Antonio del Táchira / Jonathan Maldonado / La Nación