Con el inicio del ciclo de vuelo de la Hylesia Metabus o “palometa peluda”, previsto a partir del 28 de junio, se tomaron todas las medidas preventivas con el fin de minimizar la afectación del lepidóptero a la población de Paria.
Así lo remarcó la doctora Elia Sánchez, directora de Salud Ambiental del estado Sucre, quien precisó que en este ciclo, no se han notificado avistamientos del insecto, cuyo hábitat natural son los manglares de Paria.
Sánchez, médico infectóloga, y quien asumió la dirección en 2018, explicó que la mariposa, que afecta a los humanos, con manifestaciones como dermatitis urticante y alergias respiratorias, tiene tres ciclos de vuelo en el año, con un lapso de 100 a 110 días.
La experta, que debió asumir en 2020 una invasión masiva de la mariposa, debido a la atracción que ejercen las luces calóricas del alumbrado público, que las llevó hasta Bermúdez, explicó que en ese momento, el insecto se posicionó en un ambiente que no es su natural emplazamiento y desovaron en muchos patios y zonas boscosas, lo que ocasionó que en el ciclo siguiente eclosionaran los huevos y llegaran en muchos casos a la fase larvaria y adulta en sectores urbanos de Carúpano.
Cada huevo de Hylesia Metabus da al menos 300 mariposas, que debieron combatir con agua jabonosa, pues el control que se realiza en los manglares, se hace a través de otros métodos.
Sánchez señaló que este año, pese a que no se puede hablar de un control absoluto en la salida de la palometa, porque en muchos casos se reproduce en zonas intrincadas, a la fecha, no esperan un sobrevuelo significativo.
Agregó que comenzaron a observar la declinación de los nidos en los llamados “hospederos secundarios” de la mariposa, que son los lugares no naturales que ocuparon en municipios como Bermúdez, cuando llegaron a la zona en 2020.
Igualmente, resaltó el logro que significa el uso del hongo autóctono de los manglares, Beauveria bassiana, luego de una investigación que congregó a científicos de las universidades Simón Bolívar, de Oriente y la Central, en el control de la mariposa y que quedó plasmado en un libro, cuya investigación abarcó los municipios Cajigal, Benítez y Libertador.
El agente biocontrolador se recolecta en los manglares y se traslada a la Universidad Central de Venezuela, donde se procesa para su uso en el hábitat natural de la mariposa.
Otro logro que resaltó con relación al control de la palometa fue el desarrollo de un aceite ozonizado de girasol, para combatir la dermatitis de contacto por el lepidopterismo. Se trata de un tratamiento tópico, que es el que se puede aplicar en estos casos y que se está distribuyendo en las comunidades done llega la mariposa.
Sin embargo, reconoció que han tenido algunas dificultades en la lucha contra el insecto, con el abastecimiento de combustible.
Sucre/ Cecilia Lárez