Romelu Lukaku apareció cuando más lo necesitó el Inter de Milán. Cuando el empate 0-0 ante el FC Porto era lo más probable, emergió la figura del ariete belga para darle la victoria a los suyos. Con un gol clave en San Siro, Lukaku tumbó a los lusos y acercó los cuartos de final al negriazul que ganó 1-0 el duelo de ida de la serie de octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA.
Según EFE, en San Siro hubo un partido lleno de incertidumbre, de miedos y de respeto, en el que no hubo un claro dominador, pero Lukaku marcó la diferencia.
Entre el reparto de posesiones poco fructíferas ambos conjuntos se fueron soltando los nervios. Floreciendo tímidas ocasiones en las botas de los más valientes. Otavio puso en peligro a los italianos, mientras que el balón parado fue el mejor aliado ‘nerazzurri’.
Se desarrolló con una clama tensa el choque hasta que llegó la jugada de Lukaku que marcó la diferencia en el score.
Necesitó ese pequeño empujón de verse con uno más para empezar a creerse superior a un FC Porto que fue de más a menos en ataque pero que mantuvo la solidez defensiva, con un Pepe de nuevo haciendo de mariscal de la zaga pero que no pudo evitar que Lukaku volviera a sentirse importante. Remató al palo de cabeza, pero no perdonó el rechace y desencadenó la locura de San Siro a falta de cuatro minutos para el final.
Para esto recuperó el Inter a Lukaku. Para las grandes ocasiones, para los momentos difíciles. Un delantero que apareciera cuando se le necesitaba. No había podido demostrarlo hasta ahora el belga, mermado por las lesiones, pero eligió el mejor escenario para reivindicarse, acercando a los suyos a unos cuartos que no disfrutan desde hace ya 12 años.
Milán / Redacción Web