Contundente en el área contraria, imbatible en la propia. River Plate cumplió con el manual básico de una final para vencer a su archirrival Boca Juniors por 2-0 el miércoles, en un duelo por la Supercopa Argentina.
Gonzalo Martínez, a los 18 minutos de penal, e Ignacio Scocco, a los 70, marcaron los goles en el estadio Malvinas Argentinas de la provincia de Mendoza _ 1.000 kilómetros al oeste de Buenos Aires_, y el millonario se tomó desquite del único duelo por un trofeo que estos dos clubes habían jugado en su historia hace 41 años, con triunfo de Boca.
La conquista de la Supercopa, un torneo reciente que enfrenta al campeón de liga (en este caso Boca) y al ganador de la Copa Argentina 2017 (River), agigantó además la paternidad de los riverplatenses sobre su eterno rival bajo la conducción de Marcelo Gallardo, en partidos a todo o nada (los antecedentes fueron la Copa Sudamericana 2014 y Copa Libertadores 2015).
En la otra vereda, Guillermo Barros Schelotto sigue en deuda en duelos de alto voltaje.
El presente futbolístico de ambos no auguraba este resultado. Boca lidera con comodidad la liga argentina, en la que River lo mira bien de abajo y fuera de los puestos de clasificación a las copas internacionales.
“Son partidos aparte, una final es difícil jugarla. Sabíamos que el que más luchaba y corría iba a ganar. Se dio un partido para luchar y forcejear”, dijo Scocco.
Martínez destacó que “este un grupo muy fuerte, ganador. Este equipo responde. Esperemos este sea el punto de partida”.
Mucha falta y poco fútbol caracterizaron los primeros minutos del duelo, hasta que River logró asociarse por primera vez en campo rival e Ignacio Fernández cayó en el área por un agarrón del colombiano Edwin Cardona. El árbitro Patricio Loustau sancionó el penal, que ejecutó el “Pity” Martínez de zurda al palo opuesto del arquero Agustín Rossi.
Con la ventaja, River infló el pecho, apretó los dientes y expuso a un Boca que, sin la guía de Cardona y Pablo Pérez para generar juego, nunca inquietó al arquero Franco Armani.
En el complemento, Armani justificó los millones que pagó River para repatriarlo tras su exitoso paso por Atlético Nacional de Colombia. En un remate de Cristian Pavón, desvió el balón con la punta de los dedos y luego contó con la ayuda del travesaño. En un tiro de esquina, salvó otra vez el cero tras una serie de rebotes.
En la misma jugada, Armani le frustró el grito al colombiano Frank Fabra y luego al uruguayo Naitan Nández.
De contragolpe, River liquidó el pleito. Martínez desbordó por derecha y sacó el centro atrás que el recién ingresado Scocco empujó a la red.
Buenos Aires, Argentina / AP