Cansados. Así se encuentran los residentes de 11 edificios de la calle Arismendi de Lechería como lo son Churún Merú, Isla Verde, Valentina, Aramount, Fabiana, La Floresta, Tila, Dinastía, Dinastía II, Pocholo y La Datilera, ante las constantes fallas en el suministro de agua potable por tubería.
"Tenemos más de dos años con este problema. Primero comenzaron poco a poco, un día, dos días sin agua pero este año se ha agravado más, sobre todo con la inauguración de un hotel cercano, pasando ahora más de 60 días sin agua", expresó Antonio Clavier.
Y es que de acuerdo a Clavier, la tubería que instalaron en ese sector es de cuatro pulgadas, la cual abastecía inicialmente a unos cinco conjuntos residenciales y la población creció, a su parecer, sin medirse las consecuencias.
"Luego la alcaldía y las empresas de servicios comenzaron a dar permisos de construcción sin control y ahora no hay capacidad para que el agua les llegue a todos. A raíz de eso, en cada edificio colocaron bombas y eso agravó más la situación porque les llega a los primeros edificios y después es que nos llega a nosotros. Además, Hidrocaribe (Hidrológica del Caribe) recorta y baja la presión para esta zona y nosotros, como somos los últimos de la cola, nos quedamos sin nada", enfatizó Clavier.
Ante este problema, los residentes de los 11 edificios afectados crearon un grupo de WhatsApp para unificar las solicitudes hacia Hidrocaribe, la gobernación y la alcaldía pero hasta ahora no han recibido las soluciones pertinentes
"En la última reunión con Hidrocaribe, la semana pasada, dijeron que estaban haciendo un proyecto para una conexión, pero eso lo vienen diciendo desde hace dos años y nada de ejecución", mencionó Clavier.
Se conoció que muchos de los afectados están dispuestos a asumir los costos de los trabajos, con tal de que les solucionen a la brevedad posible.
Mientras tanto, los vecinos deben acudir a las recargas por camiones cisternas, que salen en $30 cada una, para ser abastecidos. Por ejemplo, uno de los residentes de Isla Verde manifestó que allí cada dos días pagan por el contenido de dos cisternas, para llenar los tanques, además de la facturación que les llega por Hidrocaribe.
Lechería / Elisa Gómez
