José "Cheo" Ruiz, representante de la Organización No Gubernamental (ONG) Aprender Haciendo, aseguró el miércoles que varios de los damnificados por las inundaciones en el municipio Bruzual del estado Anzoátegui se niegan a salir de sus hogares porque creen que los delincuentes les robarán los pocos enseres que les quedan.
"La gente no quiere salir de sus casas anegadas porque temen perder sus bienes. Ellos no confían en los amigos de lo ajeno (malhechores), porque saben que no respetan a nadie. Es una situación bastante complicada", explicó Ruiz quien en compañía de otros integrantes de la ONG repartió visitó a los afectados por las precipitaciones que están asentados en varios sectores rurales.
Indicó que en Altos de Clarines hay 120 familias que se encuentran dentro de sus hogares, a pesar de que el líquido, acompañado de lodo y escombros, les impide moverse del espacio. Aseveró que el nivel de agua es tan alto que la gente nada para desplazarse.
A pesar de las malas condiciones, los residentes pretenden esperar hasta que concluya la contingencia dentro de sus residencias, aunque no cuentan con las condiciones de salubridad para permanecer allí, ya que quedan expuestos a enfermedades, algo sorprendente.
"No creo que se vayan. Uno les dice que es algo peligroso, pero ellos están decididos a quedarse. Algunos vecinos, que pueden salir por sus propios medios, se turnan para cuidar las casas de otros y viceversa. Piensan que los malandros los pueden robar en cualquier momento".
Según Ruiz, quien recorrió Altos de Clarines, Maparaca, Boca de Guaribe y Simón Bolívar durante la mañana de este 12 de octubre en compañía de funcionarios de Protección Civil (PC) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), afirmó que todavía no se registraron decesos en la zona, algo que alivió a la población de Bruzual que se mantiene alerta ante nuevas precipitaciones.
Explicó que las inundaciones se produjeron, en gran medida, porque algunos funcionarios públicos ignoraron las advertencias de los campesinos que necesitaban que dragaran algunas áreas para evitar la acumulación de agua, algo que ocurrió esta semana y generó la contingencia.
"El problema es que los caseríos quedan cerca de lagunas y ríos. Entonces si se hace una labor de desviar el agua, tiene que revisarse bien por dónde va a pasar, porque se saca por un lado y sale por el otro. Estos días, la alcaldesa de Bruzual, Ingrid Cortez, envió un aparato para efectuar trabajos especiales, pero no era el adecuado y por eso persiste esta inundación".
La vaguada, generada por el paso de la Onda Tropical 41 por Venezuela, también perjudicó a otros ciudadanos de Bruzual.
Los 20 núcleos familiares que componen la comunidad Simón Bolívar perdieron todos sus artefactos electrodomésticos, así como sus alimentos, producto de la acción de la naturaleza. También fueron testigos de cómo la corriente se llevó a los animales de sus granjas, mismos que criaban para vender posteriormente.
En Aragüita hay 10 familias atrapadas en sus casas, pues no hay manera de que puedan caminar. A ellos los buscan miembros de PC que utilizan pequeñas embarcaciones para sacarlos de sus hogares y llegaron a espacios más seguros.
"En la zona hay tres casas de una isla que sirven como centros de acopio para que la gente pueda donar tanto comida como ropa. Esto último es vital, porque la mayoría de los afectados son niños y perdieron sus pertenencias. Ojalá esta contingencia pase pronto, pero hasta que eso pase seguiremos colaborando".
La ONG Aprender Haciendo donó 200 arepas a los pobladores de Maparaca a comienzos de este miércoles, con el fin de alimentarlos en medio de esta crisis. El ente contó con el apoyo tanto de la GNB como de PC para repartir la comida a los damnificados, una iniciativa que fue apoyada por el empresa privada que obsequió botellones de agua potable, con una capacidad de almacenamiento de 20 litros cada uno, para permitir la hidratación de anzoatiguenses que atraviesan "un momento amargo".
"Fueron entre 150 y 200 los botellones que entregamos a los damnificados. Es una manera de apoyar al máximo a nuestra gente en este duro momento en el que muchos han perdido todo", agregó Ruiz quien exigió a las autoridades gubernamentales la activación de un refugio temporal para que aquellas personas que acepten pernoctar fuera de sus viviendas.
"El único sitio al que llevan a los perjudicados por las lluvias es la sede de PC en Clarines y eso no tiene la capacidad para albergar a grandes números de personas. Se necesita de un gran refugio, o de varios, para poder solventar esta situación", concluyó.
Clarines / Joseph Ñambre