Las alarmas de los inspectores de Salud Pública del estado Anzoátegui están encendidas ante la falta de personal y el brote de enfermedades que se creía erradicadas desde hace años.
La representante del Colegio Nacional de Inspectores de Salud Pública (Conisp) en la entidad, Belkys Córdova, manifestó que desde hace más de seis años solicitan que se solucione, no sólo el déficit de recurso humano, sino también el de materiales para laborar.
Recordó que la alerta se emitió durante un recorrido por los colegios regionales, donde se denunció la falta de atención al sector sanitario.
“Por cada 10 mil habitantes debería existir un inspector. Actualmente sólo tenemos 21 y varios de ellos se encuentran en proceso de jubilación. Hemos solicitado personal, pero de la Universidad Central de Venezuela (UCV) egresan pocos y se quedan en la región central del país porque no se atreven a viajar para acá debido a los bajos salarios y por no tener familiares para radicarse”.
Ante este panorama, Córdova refirió que le solicitó al director del Instituto Anzoatiguense de la Salud (Saludanz), Omar Aray, la formación del personal en la entidad. Se encuentra a la espera de su respuesta.
Prevención
Según Córdova, el brote de enfermedades que existe actualmente pudo haberse prevenido si el alerta hubiese recibido la debida importancia hace seis años.
“Muchas personas desconocen que la importancia está en la prevención, que es la primera etapa de la salud antes de la atención. El brote de diarrea, malaria, paludismo, esas patologías que habían sido controladas, tuvieron que contar con vigilancia y control”.
Para Córdova, no sólo se trataba de registrar estadísticas, sino que también a través de ellas, se puede planificar las políticas de salud.
“Por ejemplo, las bacterias que producen estas enfermedades pueden estar en el agua o los alimentos, pues muchas personas compran comida en bolsas o en lugares de dudosa procedencia, por lo que existen muchos factores. Lastimosamente tenemos que esperar estos casos, pero prevenir y educar es una solución”, destacó la inspectora de Salud Pública.
Barcelona/ Elisa Gómez