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Recuperación comercial e industrial: ¿realidad o espejismo en medio de la crisis?

diciembre 30, 2021
Expertos dicen que el sector comercio se ha apalancado, con una inyección de dinero de fuentes opacas, mientras que en el área industrial hubo un leve crecimiento en relación con 2020 que requerirá inversiones para mantenerse en forma real / Foto: Archivo

La reciente aparición de un local con el logo de la cadena estadounidense Starbucks, en Las Mercedes, al este de Caracas, sirvió para elevar la voz de los que proclamaban un resurgimiento comercial en el país y anticipaban lo que sería la expansión del sector de ventas y servicios para 2022.

Sin embargo, la instalación de la conocida marca de venta de café desató revuelo sobre la legitimidad de la franquicia en suelo venezolano.
Tanto Starbucks como uno de sus principales aliados, la multinacional Nestlé, negaron cualquier relación con el establecimiento, quedando en el aire la posibilidad de que se tratara de una apropiación indebida de la marca.

Cierto o falso, el caso de Starbucks es parte de la proliferación de negocios pequeños y grandes e incluso de cadenas en distintos puntos del país, surgidos en medio del proceso de dolarización transaccional y la leve recuperación del poder de compra que se ha registrado el último año.
La pregunta de cara a las proyecciones para 2022, es si al igual que el caso de la conocida franquicia, el esperado repunte comercial e industrial del país, se trate de un hecho real o un espejismo, una ilusión de recuperación en medio de la crisis. 

Leve mejoría


Expertos en el área económica consultados por El Tiempo advierten que se debe hacer una diferenciación entre las mejoras previstas para el sector industrial y el comercial. Coinciden en señalar que este último es el que realmente se ha reanimado a partir del desmontaje de los controles del gobierno de Nicolás Maduro.

El economista y profesor universitario Luis Crespo apunta que la eliminación del control de precios, la flexibilización del tipo de cambio, y grandes exenciones tributarias para liberar las importaciones “han llenado los anaqueles en Venezuela de gran cantidad de productos importados de todos los rincones del mundo a precios más bajos que el de la mercancía producida en Venezuela”.

“La expansión del sector comercial ha contado con incentivos como la dolarización transaccional (…) Las mejoras se han extendido al área de servicios, y los oficios que pueden ser susceptibles de fijar precios en moneda fuerte. Estamos hablando de mecánicos, carpinteros, albañiles; inclusive los motorizados que realizan los delivery. Sin embargo, vemos, en contraparte, a los trabajadores del sector público, quienes todavía reciben remuneraciones en bolívares y han visto mermadas sus condiciones de vida”, señala Crespo.

La presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, admite que en 2021 se registró una tímida mejoría en el área comercial, pero sólo si se compara con 2020 que fue un año negativo, por lo que es tajante al señalar que lo ocurrido no significa que haya una recuperación real.

Polesel ha subrayado que en 2022 no debe regresarse de ninguna forma al esquema del 7+7 que se aplicó al inicio de la pandemia, obligando a los comercios a alternar una semana de inactividad con otra de actividad, como mecanismo de control contra el Covid. A juicio de la dirigente gremial, volver a aplicar esto generaría una complicación adicional en el proceso de reactivación.

Según Conindustria, la recuperación y el crecimiento sostenible de la economía requieren de verdaderas medidas en el corto, mediano y largo plazo, entre las que se encuentran: mejoras en el esquema de prevención y control del Covid-19; ampliación de la oferta de combustible a través de acciones orientadas a atender eficientemente al mercado local; el impulso y consolidación de la economía digital a través de incentivos fiscales y financieros para emprendimientos digitales y mejora y facilitación del esquema de compras públicas que involucren al sector, así como el sistema de compras del sector privado para materias primas, entre muchas otras.

En los tres trimestres del año comprendidos entre enero y septiembre, el pago de sueldos y salarios en las empresas aumentó 60% en el estrato de obreros y operadores y 47% en el área de profesionales y técnicos / Foto: El Impulso

Expectativas versus realidad

En cuanto a la recuperación del sector industrial, el camino a la recuperación real resulta más cuesta arriba.

El director de Econométrica, Henkel García, admite que el segundo trimestre de 2021 fue clave en materia de crecimiento en comparación con lo desarrollado en 2020.

“Esta tarea era relativamente sencilla, porque ya a comienzos de año teníamos una cuarentena bastante flexibilizada, al punto que hoy se hace vida de una manera bastante parecida a la que había antes de la pandemia. Sin embargo, esto ha sido muy desigual y poca mejora hemos visto en la parte industrial. Tampoco se puede decir que es nula, pero la realidad es que todo el sector manufacturero a lo largo de todo el chavismo ha estado en niveles por debajo de los registrados en 1998 (…) Hoy prácticamente queda 10% del PIB de manufactura que teníamos en 2013, que de por s no era del todo positivo para esa época”, indicó.

García señaló que no se ha visto mayor inversión o recuperación real en el área de manufactura o al sector industrial.

“Cuando veamos una recuperación real en el parque industrial del país, podríamos afirmar que el crecimiento económico es sano, y quizá hasta sostenible. Tanto para mejorar plantas como para mejorar productividad necesitas inversión. Y si hablamos de dónde invertir con menos riesgo, el comercio es la estrella”.

Manifestó que estos pequeños signos de “apertura económica” vienen de 2018, “siendo desde 2019 cuando se evidenciaron los efectos de mayor flexibilidad, con un abandono por parte del Gobierno de su política de hostilidad hacia el empresariado y, sobre todo, incentivando a la parte comercial”.

Según la más reciente encuesta de coyuntura de Conindustria, correspondiente al tercer trimestre de 2021, 36% de los consultados opina que la situación económica del país se encuentra mejor que el año pasado y 26% consideró que seguiría mejorando por los próximos 12 meses. El sondeo reveló que 48% de las industrias estima que el próximo año la situación económica del país será igual a la actual, mientras 20% considera que será peor.

Sin embargo, al preguntárseles cómo será la situación específicamente del sector industrial, los porcentajes de los que ven con mejores ojos las previsiones para 2022 aumentan: 38% creen que será mejor o mucho mejor y 43% que será igual.

La consulta se realizó a una muestra de 82 industrias, de un total de 1 mil 600 compañías agremiadas. El número de encuestados representa un error no mayor a 10%, con un nivel de confianza del 91%. 79% de las empresas pertenecen a los estratos grande y mediano.

Otro indicador de mejoría tiene que ver con el porcentaje de remuneración a los trabajadores. En los tres trimestres del año comprendidos entre enero y septiembre, el pago de sueldos y salarios aumentó 60% en el estrato de obreros y operadores, 47% en el área de profesionales y técnicos y 26% en el de gerentes.

En relación con la producción, al preguntarle a los empresarios cómo ha variado este aspecto en su compañía durante el III trimestre del año 2021 en comparación con el mismo período de 2020, el 55% de las grandes empresas y el 50% de la mediana, aseguraron aumentó poco o mucho.

A pesar de estos resultados, lo cierto es que la industria nacional sigue estando en desventaja y lo estará durante 2022. En promedio, las empresas nacionales trabajaron a 23,3% de su capacidad instalada. La cifra resulta muy baja si se compara con la de Brasil, que funciona con 82% de su capacidad instalada, y con la de Colombia, que pasó de 74% en el segundo trimestre a 81% de su capacidad en el tercer trimestre.

Durante el año que está por terminar, han sido cinco los factores que afectaron la fabricación de productos: la baja demanda nacional; los excesivos tributos fiscales y parafiscales: la escasez de combustibles para el transporte y otras operaciones; la competencia de productos importados y la precariedad en los servicios básicos.

El presidente Maduro ofreció “garantías constitucionales y legales” para las inversiones en el país para el próximo año. “Estamos cerrando con grandes expectativas” / Foto: Archivo

Garantías constitucionales


El economista Ingerson Freites apunta que en las condiciones actuales del país no cualquiera va a invertir dinero si no hay confianza en el Gobierno y en la institucionalidad general.

“¿Quiénes van a invertir? ¿En qué condiciones se van a realizar dichas inversiones? ¿Estará garantizada la seguridad jurídica? (...) Otro factor tiene que ver con las condiciones estructurales. Esto pasa por evaluar cuál es el estatus de los servicios básicos, ¿cómo producir si se está constantemente padeciendo cortes de luz?, si no hay agua, si no existe el suministro constante de gas. Otro factor que puede estar asociado al anterior son las deficiencias de energía y el combustible”.

Al respecto, el pasado lunes 27 el presidente Maduro ofreció “todas las garantías constitucionales y legales” para las inversiones en el país para el próximo año. “Estamos cerrando con grandes expectativas de que el año 2022 será mucho mejor”, dijo el mandatario.

Freites, a su vez, deja en evidencia que no se puede descartar para 2022 el efecto de las sanciones del gobierno de EE.UU.

“Habría que ver si se dará alguna flexibilización o por el contrario un endurecimiento de las sanciones; o si hay una manera de saltarlas bajo una estructura financiera alterna, como han venido haciendo los demás países que son aliados de Venezuela (Irán, Turquía, Rusia, China, Bielorusia); lo cual ha servido como una suerte de curva de aprendizaje que ha tenido el Gobierno este último año, logrando saltar las sanciones y cierto dinamismo económico”, dice.

Para Freites, en términos generales, no es fácil la reactivación del sector industrial, ya que, las expectativas juegan un rol fundamental.

“Ciertamente, hay unos pronósticos o hipótesis sobre el crecimiento, pero tienen que ver mucho con el sector petrolero (…) Venezuela en 2022 va a tener un crecimiento económico, pero por un pequeño repunte en la producción, de la mano con los precios del petróleo. De igual manera, hay unos pequeños sectores que lograron reactivar su producción y sin duda el sector comercio que, con una inyección de dinero de fuentes opacas, ya que no sabemos su procedencia, se ha apalancado”, finaliza el experto. 

Caracas / Rodolfo Baptista / Rafael Arias 

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