París Saint-Germain (PSG) se apuntó el martes una victoria legal contra la Uefa (máximo ente del fútbol europeo) en torno a la supervisión de transferencias, sueldos y patrocinadores vinculado a su dueño qatarí.
El Tribunal de Arbitraje (TAS) aceptó la apelación que había presentado el PSG en relación con los esfuerzos de los investigadores de la Uefa por reabrir una pesquisa que había sido cerrada.
Queda pendiente ahora otra investigación de los manejos financieros del club en la temporada 2017-18, cuando PSG, con el apoyo de poderosos intereses qataríes, adquirió a Neymar y a Kylian Mbappé.
El fallo de la corte de arbitraje se relaciona con el deseo de la Uefa de reconsiderar una investigación al cabo de la cual determinó que PSG cumplía con la reglas de juego limpio en el ámbito económico.
El TAS dijo que el panel de investigadores independientes dejó vencer el plazo para solicitar una reconsideración de su propio dictamen.
“Se presentó a destiempo y debe anularse”, señaló el TAS en un comunicado que trascendió cuando Nasser Al-Khelaifi, el presidente del PSG, estaba presente en la sede de la Uefa para una reunión sobre posibles cambios a la Liga de Campeones.
Sin opiniones
Al Khelaifi, a la vez integrante del comité ejecutivo de la Uefa en representación de los clubes europeos, declinó dar comentarios al ser consultado por The Associated Press.
La victoria legal de PSG era anticipada dado que el club turco Galatasaray había salido airoso en el TAS en un casi similar contra la Uefa el mes pasado.
“El dictamen del TAS no pone en duda los fines del fair play financiero”, dijo la Uefa, repitiendo el mismo texto que dio a conocer tras el caso del Galatasaray turco.
La Uefa indicó que sus abogados analizarán el fallo del TAS y harán “las clarificaciones y enmiendas que sean necesarias en su reglamento”.
PSG ha sido un blanco de los supervisores de las finanzas de los elencos desde que se crearon esas posiciones en el 2011.
El objetivo es asegurarse de que los clubes cumplen con las normas que determinan que deben tener un presupuesto equilibrado y no pasarse de la raya en cuanto a transferencias, sueldos y patrocinios.
Nyon / Graham Dunbar / AP