Fue un arranque bullicioso para la sesión de cinco días del Parlamento Europeo: partidarios del Brexit, de la independencia de Cataluña y otros interrumpieron el martes la sesión habitualmente solemne con protestas.
Algunos se negaron a tomar asiento mientras un cuarteto de jazz interpretaba el himno de la Unión Europea, el “Himno a la alegría” de Beethoven, mientras que otros, especialmente los legisladores del Partido Brexit británico, dieron la espalda al proceso.
Además, hubo otra protesta contra la decisión de impedir que el líder separatista catalán Carles Puigdemont tome su escaño, y en defensa de la capitana de un barco alemán que está detenida en Italia debido a un enfrentamiento con las autoridades del país por los derechos de los migrantes.
Tras los incidentes del acto institucional, la cámara recuperó pronto su actividad normal de la legislatura de 28 países, que representa a aproximadamente 500 millones de personas y es uno de los ejercicios de democracia más grandes del mundo.
Las interrupciones enfatizaron las divisiones entre los legisladores justamente cuando los líderes de la Unión Europea se enfrentaban en Bruselas sobre quién tomará los principales puestos de la unión.
Las elecciones de mayo tuvieron la mayor participación en décadas y fijaron el escenario para un parlamento más fracturado, con más poder para la extrema derecha y los partidos ambientalistas. Los conservadores y partidos socialistas todavía tienen la mayoría de los escaños, pero su dominio disminuyó, por lo que se pronostica que será más difícil llegar a un consenso.
Los legisladores británicos ni siquiera deberían de formar parte del Parlamento Europeo. Pero ya que el gobierno y parlamento británicos no lograron llegar a un acuerdo para el Brexit, una apresurada campaña se organizó y el Partido Brexit ahora ocupa la mayoría de los escaños británicos en el Parlamento Europeo, al menos hasta el retiro definitivo del Reino Unido.
La división del Brexit abrió la sesión del martes. Mientras los legisladores del Partido Brexit dieron la espalda en señal de protesta, aquellos a favor de la UE usaron camisetas amarillas que decían “Stop Brexit”.
Sin embargo, la salida de Gran Bretaña es sólo uno de varios desafíos a los que se enfrenta la nueva legislatura. La UE y su Parlamento fijan la política comercial en el continente, regulan la agricultura, supervisan el control antimonopolio y fijan la política monetaria para los 19 países que comparten el euro.
Estrasburgo / AP