El mes pasado, el Ejecutivo decidió dejar en manos de un militar, el general Manuel Quevedo, a Petróleos de Venezuela (Pdvsa). El cambio obedeció a la necesidad de adecentar la industria –más de 60 funcionarios están presos por corrupción-, así como para frenar –para luego revertir- la caída de la producción de crudo, pero al menos en el primer mes de funciones, el objetivo no fue cumplido.
El informe de diciembre de la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep) muestra sin tapujos que la estatal vive su peor crisis en décadas. El texto evidencia que el mes pasado la extracción de crudo descendió 216 mil barriles diarios (bd), la merma intermensual más pronunciada del año.
El desplome se desprende de que en el último mes del año la estatal cerró produciendo 1,621 millones de bd, cuando en octubre alcanzó 1,837 millones de bd. Estos números arrojan que el promedio anual cerró en 2,072 millones de bd, que es la extracción más baja desde 1989, es decir, 28 años.
Al revisarse el comportamiento del bombeo de petróleo a lo largo del año, las estadísticas no dejan lugar a dudas sobre los graves problemas de Pdvsa. En enero la producción era de 2,250 millones de bd, con lo cual la petrolera acumuló una pérdida diaria de 629 mil barriles en 2017.
Un aspecto a destacar es que por primera vez las cifras proporcionadas por la industria son más negativas que las ventiladas por fuentes secundarias recopiladas por la Opep, pues mientras la estatal asegura que produjo 1,621 millones de bd en diciembre, el informe alterno arroja que fueron 1,745 millones de bd.
Crisis e ingresos
La clara precariedad de Pdvsa fue abordada por el director de Ecoanalítica, Alejandro Grisanti, quien en principio señaló que “no tenía palabras para reflejar su profunda preocupación ante la destrucción del sector petrolero”, y sus implicaciones para el país.
Expuso que los números evidencian que en los últimos tres años, la producción de crudo ha caído 1,273 millones de bd, lo que supone que a los precios actuales –la cesta venezolana se vende en $60,40 el barril- el petróleo que se está dejando de bombear representa $28 mil millones. “Cómo no vamos a estar en una crisis humanitaria”, apuntó.
El especialista ilustra la magnitud de la pérdida o las consecuencias de la caída para el país, precisando que con los casi $30 millardos que no se han percibido desde 2015 “Venezuela podría pagar sus compromisos externos y duplicar las importaciones”, en medio de la crisis más dramática que haya vivido, y que tiene al gobierno buscando financiamiento externo.
Pese a este panorama, el presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo, vaticina que este 2018 será el año de la recuperación y la inversión, ya que se enfocarán en aumentar la producción a 2 millones 472 mil barriles por día.
Caracas / Andreína Vargas