Barcelona se caracteriza por ser una ciudad histórica, en donde la cultura y el arte deberían estar entre las prioridades para mantener su idiosincrasia como capital de Anzoátegui.
Sin embargo, en los últimos años ha ocurrido lo contrario. Gobiernos han pasado y las principales casas culturales se convirtieron en víctimas de la desidia.
Por ejemplo, desde el 16 de enero de 2006 no se realizan trabajos de reparación y mejoras en el Ateneo Miguel Otero Silva ni en el Museo de Anzoátegui. Al menos así quedó plasmado en una placa colocada en las diferentes fachadas, en las que se explica que fueron obras ejecutadas bajo la gestión del entonces gobernador Tarek William Saab.
Actualmente, el primer lugar se encuentra cerrado, al parecer, desde antes de la pandemia. Se conoció de manera extraoficial que este patrimonio barcelonés se mantenía por el esfuerzo de sus trabajadores, que se autogestionaban, pues no recibían ayuda económica de ningún ente público ni privado.
Mientras, el segundo está operativo, pero no en su totalidad, porque necesita arreglos, ya que la infraestructura data de hace más de 300 años.
Según el subdirector de Cultura del estado, Héctor Pérez, en la pasada gestión de la gobernación, el Museo no fue tomado en cuenta y se empezó a deteriorar, especialmente en el techo y parte de la colección.
Pero mencionó que el gobernador Luis José Marcano visitó las instalaciones y por ello ya conoce de primera mano todos los requerimientos que hace falta cubrir, por lo que esperan respuesta para empezar los trabajos lo más pronto posible.
Ajustados a la situación
Debido a la inseguridad y la pandemia, la directiva de Puertoteatro tuvo que ajustar el horario de las obras teatrales. De tener la función de adultos a las 7:00 pm tuvieron que reprogramarla para las 4:00 pm y la de los niños a las 3:00 pm.La profesora Nelly Villegas señaló que el reciclaje se ha convertido en su mejor aliado para exponer las obras. Debido a los elevados costos de los materiales, les ha tocado reciclar vestuarios y escenografías, reinventarse y ofrecer propuestas más minimalistas.
A pesar de las condiciones, el director del Museo de Anzoátegui, Eduard Díaz, señaló que la mayoría de los espacios se encuentran abiertos para todo el público, por ahora, de lunes a viernes, de 9:00 am a 1:30 pm. Estima que cuando esté completamente operativo se realicen jornadas sabatinas.
Explicó que está abierta la sala principal, cuatro salas para el arte contemporáneo, los patios externos con la parte de artillería y mecánica industrial, entre otros. Díaz mencionó que también se encuentran habilitando un área para el prócer José Antonio Anzoátegui, ya que el espectador pregunta mucho sobre su vida. Allí esperan colocar también una copia del acta de defunción, que tiene la Iglesia Católica.
“La mayoría de los espacios están abiertos. Lo único es que los vamos a ir restaurando poco a poco. Son cosas pequeñas como lo es en el techo, las filtraciones, y a los muros hay que darles maquillaje y pintura. Lo demás es secundario, que es la parte de los sanitarios, la cual ya estamos recuperando junto con el sistema eléctrico, pues tenemos puentes y se va a poner una nueva brequera”, señaló.
En cuanto a las colecciones, Díaz comentó que el único riesgo que ha existido ha sido por el encierro, ya que eso genera humedad y favorece la aparición de moho.
“Pero ya se limpió la mayoría y otras están en proceso de restauración. Estamos esperando el presupuesto para poder comprar resinas y así, sucesivamente, empezar a ensamblar”, resaltó.
Barcelona también llegó a ser en un momento, capital de las artes escénicas, especialmente por el Festival Internacional de Teatro de Oriente (FITO), el cual realizó la Fundación para el Desarrollo de las Bellas Artes (Fundesba) durante más de 40 años. Desde hace seis años, aproximadamente, está en el olvido.
Las instalaciones permanecen cerradas, sin rastros de cuándo fue la última vez que estuvieron abiertas al público para alguna exposición o impartir clases de actuación y maquillaje teatral, entre otras actividades.
El subdirector de Cultura manifestó que la dirección está en conversaciones con las autoridades de Fundesba, para reimpulsar el festival nuevamente.
De este mismo modo, se encuentran retomando las actividades en el Teatro Cajigal, ubicado en la calle Carabobo, el cual tiene capacidad para albergar unas 300 personas con la colocación de sillas, pues todos los asientos no están en funcionamiento.
Propuesta de mudanza
El subdirector de Cultura de la gobernación de Anzoátegui, Héctor Pérez, señaló que antes de la gestión del exgobernador Antonio Barreto Sira había una propuesta de mudanza del Museo de Anzoátegui a la antigua sede de la Alcaldía de Barcelona, ubicada en la calle La Marina, la cual no descarta que se vuelta a retomar. El objetivo es ampliar las instalaciones de la casa que tiene más de 300 años, la cual fue una de las primeras en la ciudad.
La estructura, de piso de madera, sólo está operativa en el área de butacas (planta baja) y palcos (primer nivel). El último piso se halla cerrado porque, según Pérez, esperan la visita de especialistas desde Caracas, del área de patrimonio, para que inspeccionen a ver si están en condiciones de ser usadas, debido al tiempo transcurrido desde su fundación: más de 100 años.
Según el profesor de teatro del eje metropolitano Luis Ochoa, hasta ahora 95% de los movimientos teatrales han desaparecido debido a la falta de recursos.
“Se avizora una desaparición total de las actividades, si se sigue en este camino de dejar a la deriva a las instituciones y grupos teatrales por falta de apoyo gubernamental y privado. El estado de las infraestructuras es testigo de la poca gestión cultural que se ha hecho, casas abandonadas y algunas desmanteladas por la delincuencia”, expresó Ochoa.
Puertoteatro, situado en la avenida Municipal de Puerto La Cruz, es el único espacio de artes en la zona metropolitana de Anzoátegui que no ha dejado de laborar, incluso durante la pandemia. La necesidad de seguir ofreciéndole a la gente talleres de formación y obras, lo llevó resistir de pie, ahora tomandose las medidas de bioseguridad necesarias. Al menos así comentó Antonio Pablo Ramírez, uno de los directivos de la sociedad civil que funciona en espacios públicos.
Sin embargo, y a pesar de estar en funcionamiento, no ha escapado de la delincuencia. Ramírez explicó que a mediados del año pasado, les hurtaron y dañaron tres unidades de aire acondicionado de cinco toneladas y el aire central de la sala principal, que no han podido reparar debido a los altos costos.
Ramírez señaló que la denominada sala de teatros ha sido una de las más afectadas, porque cuenta con 40% de su capacidad sin climatización.
“En estos momentos estamos en conversación con el compañero Jesús Fermín, director de Cultura del estado, pues él estuvo trabajando aquí y por ello conoce perfectamente nuestras condiciones”, señaló.
Y es que a nivel de infraestructura, Ramírez dijo que son muchas las cosas pendientes. Desde mejoras del espacio interno, pintura y piso hasta el techo y la iluminación.
“Un problema que es muy complicado es el de la iluminación escénica. Así tengas cómo comprar bombillos para reflectores de teatro, no se consiguen en el país. Tienes que estar inventando cosas para poder brindar iluminación”, acotó.
“En Puertoteatro somos un proyecto independiente; podemos trabajar con el estado en algunas cosas que sean posibles. Lo que pasa es que hay demasiada indolencia, que no es sólo del sector público, también de los ciudadanos y las empresas, porque muy poco se apuesta al arte”.
Antonio Pablo Ramírez
Directivo de Puertoteatro
Por otro lado, Ramírez mencionó que están trabajando en función de mejorar las cercas perimetrales para salvaguardar esos espacios de la delincuencia.
Y la profesora Nelly Villegas, otra de las integrantes de la directiva, mencionó que aunque los baños funcionan, también necesitan mejorarlos.
Barcelona / Elisa Gómez