Luego de varias peticiones realizadas por empresarios de Nicaragua el pasado fin de semana, Daniel Ortega, presidente de esa nación, accedió la noche del jueves a sentarse a negocias con ka oposición para encontrar una salida a la crisis que sufre el país centroamericano desde hace 10 meses, cuando estallaron las manifestaciones que exigen poner punto final a 12 años de Gobierno del exguerrillero.
Ortega expresó que están dadas las condiciones, mientras que la opositora Alianza Cívica ha anunciado la conformación de un equipo negociador de cara al llamado “diálogo”. Entre los nombres clave destacan los de José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), y Mario Arana, recién nombrado dirigente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), ambos representantes de dos de las principales agrupaciones empresariales. Todavía se desconoce quiénes negociarán por parte del Ejecutivo.
Según reseñó el portal web de El País, que fuentes cercanas a las negociaciones, que solicitaron el anonimato para no entorpecer el proceso, que la decisión se tomó la tarde del sábado después de que Ortega recibiera a tres de los hombres más ricos de Nicaragua, que le pidieron una negociación “rápida, efectiva y creíble”: los empresarios Carlos Pellas, Ramiro Ortiz y Roberto Zamora, con fuertes intereses en el sector agropecuario, financiero y comercial.
Las mismas fuentes afirman que a la presión empresarial se ha sumado en las últimas horas una fuerte labor de cabildeo diplomático del representante del Vaticano en Managua, Stanislaw Waldemar Sommertag, y de la Embajada de Estados Unidos en Managua.
El lunes, en un discurso pronunciado en Miami, Donald Trump afirmó que “las horas crepusculares del socialismo están llegando” a América Latina. También mencionó que el continente “será libre por primera vez” al caer, como las denominó, las “tiranías” de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Ambas partes discutirán en los próximos días los puntos a negociar en este nuevo intento de diálogo. Ortega, por lo pronto, ya ha impuesto una condición: que no sea televisada, como sí lo fue el diálogo de mayo, cuando un estudiante de 21 años -Lesther Alemán- le exigió su renuncia ante los ojos del mundo.
Nicaragua / El País / Redacción Web