La policía italiana desalojó este lunes a migrantes e italianos que se habían instalado en una antigua escuela a las afueras de Roma, en una nueva operación para vaciar edificios ocupados por migrantes y otras personas.
Los residentes prendieron fuego a varias colchonetas y otros objetos para formar una barricada e impedir el acceso a la policía antimotines. Sin embargo, las autoridades apagaron las llamas y procedieron con el desahucio.
El ministro del Interior, Matteo Salvini, que ha defendido estrechar los controles sobre la inmigración, dijo que en Italia “no hay tolerancia” para nadie que ocupe edificios abandonados de forma ilegal. La estructura del edificio desalojado era peligrosa y ponía en peligro a las mujeres y niños que vivían allí, afirmó.
El Ayuntamiento proporcionaría alojamiento alternativo para las casi 200 personas afectadas, según un responsable local.
Roma tiene una larga historia de personas que ocupan edificios, y tanto los inmigrantes como los italianos denuncian una falta de viviendas asequibles.
Roma / AP