A pesar de que las autoridades de salud de Italia pidieron a las personas permanecer en casa lo más posible para combatir el severo brote de coronavirus, el papa Francisco salió del Vaticano para visitar dos iglesias por sorpresa.
El Vaticano indicó que la salida del papa el domingo incluyó un breve paseo en la principal calle de Roma para orar por el final de la pandemia del coronavirus. El pontífice recorrió un tramo de la calle “como si fuera una peregrinación”, señaló el vocero del Vaticano, Matteo Bruni.
Francisco oró en la Basílica de Santa María Maggiore, luego fue a una iglesia que tiene un crucifijo que fue cargado en una procesión de 1552 cuando Roma se vio afectada por una plaga.
Por otro lado, la Santa Sede anunció que las ceremonias de Semana Santa del Vaticano se llevarán a cabo sin asistencia pública, pero se transmitirán por internet.
“En lo que respecta a las celebraciones litúrgicas de Semana Santa, puedo especificarles que todas están confirmadas”, señaló en un comunicado Bruni.
Análisis
Sin embargo, “como están las cosas, se analizan las formas en las que se llevarán a cabo y quién participará mientras respetamos las medidas de seguridad implementadas para evitar la propagación del coronavirus”, agregó. En cualquier caso, señaló Bruni, los feligreses podrán seguir las ceremonias por televisión, radio y redes sociales.
El 12 de abril es domingo de Pascua, cuando normalmente decenas de miles de feligreses llenan la plaza de San Pedro para una misa al aire libre, para escuchar el sermón del papa Francisco y recibir la bendición que da desde el balcón central de la basílica de San Pedro.
Aunque no se habló específicamente de la Pascua, parece que continuarán las restricciones de grandes multitudes en Italia. El gobierno italiano dijo que decidirá qué medidas, ahora en vigor hasta el 3 de abril, necesitarán extenderse o reforzarse.
Hasta el domingo, Italia tenía 24.747 personas enfermas con COVID-19 y en total 1.809 decesos. Después de China, este es el país más afectado por la pandemia.
Infectados
En todo el mundo había más de 156.000 enfermos y al menos 5.800 muertos.
En muchas personas, el coronavirus sólo provoca síntomas moderados, como fiebre y tos. En algunos, en particular adultos mayores y personas con problemas de salud ya existentes, puede causar efectos más graves, como neumonía. Sin embargo, la gran mayoría de las personas enfermas de COVID-19 se recuperan.
Ciudad del Vaticano / Frances D'Emilio / AP